Queridos amigos y amigas, reapareciendo en un mundo cada vez más a tono con la ciencia ficción... Por la ciencia ficción y la fantasía!!! Soy Pablo Daniel Rodríguez Remedios y aquí estaré: pablodaniel.gandalf@gmail.com... Un gran abrazo!!!


jueves, 20 de febrero de 2025

EL MENSAJE


El profesor Narí lucía fuera de sí de alegría. Pocos minutos atrás había dejado en algún lugar su seriedad y cualquier apariencia formal para mostrarse desacostumbradamente entusiasmado. Estaba muy excitado y los dos colegas que tenía delante solo atinaban a escucharlo mientras les informaba sobre su descubrimiento. La profesora Mechu y el profesor Minito, que no eran de esas personas que se emocionaran fácilmente, pronto estuvieron igualmente conmocionados, al saberse testigos de un momento histórico para la Humanidad, un momento que marcaría un antes y un después para nuestra civilización.

Es que encontrar en un satélite de Júpiter, en una exploración aparentemente de rutina y sin muchas pretensiones, una construcción de piedra y dentro de ella un cofre cerrado, era algo que superaba todo lo que la ciencia había descubierto hasta ese momento.

No era reciente el interés de La Humanidad por las lunas, tanto de Saturno como de Júpiter. Eran muchas y algunas tenían el tamaño y composición que implicaban varias posibilidades incluso, según pensaban, la instalación de alguna colonia sostenible. Pero el descubrimiento de ese edificio, ubicado en ese remoto lugar, era más sorprendente de lo que cualquiera hubiera esperado y revolucionaba todo el mundo científico.

 

La noticia había  rebasado la contención de la Oficina Espacial, recorrido el planeta en cuestión de minutos y los diez mil millones de humanos que habitaban la Tierra ya estaban pendientes del contenido de la extraña caja.

 

Estaba claro que el origen de la construcción y obviamente del cofre no era humano, convirtiéndose por consiguiente en la primera prueba auténtica e irrefutable de la existencia de una civilización extraterrestre. Las implicancias de este hallazgo solo podían compararse a las expectativas por el contenido del cofre. ¿Qué contendría? ¿Qué secretos? ¿Nos diría quienes habían sido los constructores? ¿Contendría acaso respuestas sobre el origen de la Humanidad? ¿O la manera de hacer viables los viajes interestelares?

¿O quizás los pasos a seguir para cambiar la matriz energética de todo el planeta a una energía barata, limpia e inagotable? ¿O alguna fórmula para erradicar el hambre o la guerra o las enfermedades? Toda la Humanidad estaba en ascuas.

  Afortunadamente, la traducción de cualquier mensaje que pudieran encontrar en el cofre, gracias al desarrollo de las IAs ya no resultaba un obstáculo insalvable. Las IAs de traducción se habían desarrollado tanto que podía decirse con seguridad que no existía lenguaje en el universo que no pudiera ser traducido rápidamente a cualquiera de los idiomas humanos.

  -¿Está preparado el robot?- preguntó la profesora Mechu

-Está preparado- replicó Narí.

-Recuerde que todo se está transmitiendo en vivo a la totalidad de la Tierra… ¿Está seguro de las capacidades de traducción de las IAs?

-¡Segurísimo! El robot está conectado en red a potentes traductores… la traducción será rápida y segura.

-Bien… dé la orden entonces, profesor- dijo finalmente Minito, sin apartar la vista de las pantallas que tenía frente a sí.

  Expectantes, vieron como el robot de múltiples brazos entraba en la construcción y llegaba hasta el cofre que, de un material que aparentaba ser sencillamente piedra, parecía esperarlo.

Con gran precaución abrió la caja, levantando la pesada tapa y en su interior, allí en el fondo y apenas reflejando el foco con el que se ayudaba el robot para su visión –y la visión de los diez mil millones de personas que estaban mirando- se veía una simple línea de signos, tallados prolijamente en el piso de la caja.

En la espera, todos parecían contener la respiración…

-¿Qué dice, qué dice?-preguntó el profesor Minito sin aguantar su impaciencia.

-Es… es extraño- dijo Narí, quien fue el primer humano en ver el resultado de la traducción:

“EL QUE ESTÁ LEYENDO ESTO ME LA JALA”

 

                                           Fin

 

Tengo que estar ciertamente de un estado de ánimo muy especial para escribir algo así –y mostrarlo, que es peor todavía-, pero sí, estoy disfrutando de ESE estado de ánimo.

Abrazo.

 

 

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