Queridos amigos y amigas, reapareciendo en un mundo cada vez más a tono con la ciencia ficción... Por la ciencia ficción y la fantasía!!! Es un secreto, pero nunca me fuí... Aquí estaré: pablodaniel.gandalf@gmail.com... Un gran abrazo!!!


lunes, 6 de agosto de 2012

VOTO DE CASTIDAD


NO PUEDO MENOS QUE DISCULPARME... REESCRIBÍ EL CUENTO PARA HACERLO UN POCO MÁS DINÁMICO. EN ESENCIA ES EL MISMO CUENTO, MISMA IDEA, MISMO ESTILO, EN UNA VERSIÓN ALGO MEJORADA Y MÁS AGRADABLE DE LEER.

                                     VOTO DE CASTIDAD


La nave de transporte descendió en el  pequeño espaciopuerto despidiendo una gran nube de vapor y polvo. Cualquiera que conociera algo de aeronáutica seguramente no apostaría ni dos centavos federales por aquella despintada viajera que era, a pesar de todo, el vínculo periódico de una serie de colonias –incluyendo esta- con el astropuerto de Indira, allí donde gigantescas naves entraban o salían del hiperespacio.
Pocos minutos después de aterrizar, la zona se había convertido en un hormiguero humano, pleno de actividad. Mientras bajaban y subían mercaderías y pasajeros descendió un aparentemente despistado  joven con dos enormes maletas, que tras una decena de pasos se encontró con el hombre que lo estaba esperando.
-¿Señor Habirami?
-Si, soy yo- contestó el joven tímidamente
-¡Mucho gusto! Mi nombre es  Joachim Abdullah. ¿Tiene algo más de equipaje?
-El gusto es mío… Sí, dos cajas medianas, pero creo que ya las bajaron y se las llevaron para allí dentro- dijo señalando las instalaciones e inmediatamente preguntó- ¿A qué se debe ese inmenso tejido metálico sobre toda la instalación? ¿Y tantos guardias armados?
-Sígame por favor- le dijo, luego Joachim sonrió aunque con poca convicción -Ese tejido retráctil y todos los guardias están relacionados con uno de los problemas que tenemos aquí y para ser más claros con el problema por el que usted fue contratado…Tengo entendido que usted es el cuarto en su promoción de egresados en la Universidad de Ingeniería Mágica de Abradapoint
-Si, fui algo afortunado en realidad…
-¿Afortunado? ¿Por qué razón?
-Es que me gusta tanto la ingeniería mágica que el conocimiento no fue ninguna carga para mí, ni supuso mucho esfuerzo…
-Bueno, si es así ¿por qué no quedó primero en su promoción, entonces?
-Por mi forma de aprender quizás…  traté de hacerlo de la forma más natural, sin traumas… y quizás no le di la importancia necesaria a la competencia… ¿Eso le parece mal?
-No, no, joven, para nada, sus calificaciones son lo suficientemente altas igualmente como para impresionar a cualquiera… Tanto que me resulta extraño que haya aceptado venir a ayudarnos…
El joven no llegó a replicar nada pues en ese momento pasaban frente al restaurante del aeropuerto –¿Desea comer y beber algo? Si acepta lo acompaño. Es que mi hija, que es la única persona que vive conmigo, hoy tiene una cena  con unas amigas, así que como supondrá la mejor elección que tengo es comer afuera.
-Yo sé cocinar, y me resultaría agradable hacerlo… para usted y para su hija si es necesario.
-¡Ja,Ja! ¡Un ingeniero mágico cocinándonos, eso sí que es gracioso!
-Pues, también me estaría cocinando para mí… ¿No?
-¡Es cierto! Tomemos asiento, ordenaré unos entremeses y luego cenaremos. ¿Bebe algo con alcohol? Nuestra cerveza es relativamente buena.
-Lo siento, lo único con alcohol que bebo son vinos… de todo tipo –y sonrió-
-No tenemos vino… no hemos podido desarrollar viñedos aquí.
-Pues podría ayudarlos a arreglar eso, luego de solucionar su problema, claro.
-Le estaríamos muy agradecidos… -y continuó- Tendría que conocer a mi hija, le va a encantar y seguro tendrán mucho de que hablar pues estuvo varios años estándar estudiando en los mundos civilizados.
-¿Se puede saber qué estuvo estudiando?
-Pues algo de ciencias, física dinámica, protoquímica y también algo de exobiología… cosas que le fueran útiles aquí… -dijo orgullosamente, aunque luego se puso repentinamente serio- Pero debo advertirle que soy un padre muy, pero muy celoso…-terminó diciendo gravemente. Y continuó:
-Es que tengo intención de alojarlo en mi casa, si acepta mi hospitalidad. No hay alojamientos adecuados para usted aquí, no tenemos hoteles hermosos, ni posadas pintorescas… esta es una colonia pobre y en desarrollo.
-Bien, me parece bien.
-Pero insisto, respeto mucho su profesión y usted, a pesar de que apenas lo conozco, ya me cae bien, pero mi hija es “intocable”… ¿Estamos de acuerdo?
-Por eso despreocúpese, estoy bajo un voto de castidad.
Joachim trató de contenerse, pero suspiró aliviado- ¿En serio? ¿No puede…? –preguntó, haciendo un representativo gesto obsceno.
-No, por mi propia decisión obviamente.
-¿Y desde hace mucho, si no es impertinente preguntar?
-Desde hace cierto tiempo. Me prometí serle fiel a la mujer que amo y lo cumpliré.
-Entonces estará apurado por resolver nuestro problema e irse…
-Si, claro… cuanto antes solucione su problema mejor para todos-
Mientras terminaban los platillos típicos que hacían las veces de entrada de mesa el joven le dijo sonriendo:
-Ya me prohibió tener cualquier tipo de relación amorosa con su hija, me dijo donde iba a pernoctar, ahora debe contarme la historia…
-¿Qué historia, joven…?
-La historia de su problema. Puede llamarme Costi si lo desea, que es mi nombre de pila.
-Bien Costi… ¿Quiere que le cuente toda la historia? Tengo forzosamente que resumirla, si quiero hacer ambas cosas, hablar y cenar- dijo Abdullah, riéndose.
-No quiero importunarlo demasiado… de todas formas sepa que en mi profesión vemos como una obligación estudiar la mayor cantidad posible de realidades.
-¿Les piden estudiar los lugares donde van?
-Ciertamente y creo que en las colonias exteriores es donde más se puede aprender…
-Tiene razón y sin duda lo que verá en las colonias como la nuestra le será muy didáctico. Sobre todo porque en las academias enseñan cosas que no siempre se ven en la realidad.
-¿Cómo que cosas?
-Como la avanzada tecnología que se utiliza en la colonización, con naves que pueden buscar planetas, explorarlos y hasta comenzar su colonización automáticamente, casi sin humanos… 
El joven paró de masticar y lo miró.
Abdullah continuó- Y que obviamente la utiliza todo aquel que pueda pagarla, sobre todo la misma Federación o las grandes corporaciones. Pero hay gran cantidad de expediciones que no disponen de la última tecnología disponible… simplemente adquieren lo mejor que pueden pagar, que a veces es apenas suficiente.
-Disculpe que salga del tema pero… ¿todas las aberturas están con tejido? ¿Y al aire libre que sucede?
-Al aire libre hay que usar una armadura que, la verdad, es muy incómoda…sobre todo porque a veces tenemos temperaturas muy altas.
-¡Que pena! Porque con este aire que sabe hermosamente y una gravedad que se siente agradable supongo que si se pudiera andar sin armadura y sin estar rodeado de rejas se parecería mucho al paraíso.
-Si, ciertamente –dijo el anfitrión apenado- Ya llegan con la cena… es una receta del lugar, carne asada acompañadas con hojas al natural y algunas especias… y un refresco también fabricado aquí.
-¡Huele sabroso! ¿Qué carne es? No, no me diga, la como y listo… ¡Mmmm ¡Deliciosa! Cuénteme…
-La expedición de colonización llegó aquí hace sesenta años… ¿Sabe como se organizaban estas expediciones?
-Pues algo sé… ¿se refiere a las expediciones privadas o a las de la Federación?
-A todas. ¿Recuerda que todo comenzó cuando accidentalmente, se descubrió la forma de utilizar algo que por mucho tiempo se le había llamado hiperespacio? El traslado de grandes cantidades de humanos y elementos de infraestructura a grandes distancias en el universo se hizo posible en la práctica y en un tiempo relativamente corto. Pronto comenzaron los programas de viaje interestelar, con proyectos de exploración y colonización. Claro que al principio fueron todos emprendimientos estatales, de una u otra agencia terrestre y las naves tenían mayormente autómatas y personal científico. Luego del éxito obtenido en estas misiones –con el descubrimiento además de tres planetas habitables por el hombre- y el perfeccionamiento constante de toda la tecnología relacionada, comenzaría la colonización a mayor escala. Esta se logró liberando las posibilidades de realizar expediciones a quien quisiera, siempre y cuando los planetas y planetoides descubiertos se acogieran a la protección de la Federación –que en esa época recién estaba naciendo como tal-, cumpliendo con sus leyes de explotación y de comercio y que se dirigieran a zonas del universo no exploradas por ellos.
De esto ya hace ciento cincuenta años, y son muchas las naves que desde entonces han partido hacia el espacio profundo con millones y millones de humanos en busca de un mejor lugar para vivir, descubriéndose varios nuevos planetas y explorando nuevas rutas.
-Si, de eso hemos estudiado algo… sobre todo las 18 expediciones que se han perdido… y sobre que en los confines es muy difícil comunicarse o vincularse con otros mundos habitados.
-¿Estudiaron sobre esas expediciones perdidas?
-Si, lo menciono solo porque son hasta ahora de las que no se sabe absolutamente nada…
 -Pueden haber tenido cualquier fin… Lo cierto es que le acabo de contar la primera parte de la historia… ¿Qué le parece el segundo plato?-
-Muy sabroso… tienen carnes muy delicadas aquí…
-Me refería a la segunda parte de la historia…
-¡Ja, Ja! Lo escucho.
-Pues, la expedición que vino aquí era privada y estaba formada por un grupo de humanos muy pobres, que vendieron absolutamente todo lo que tenían para aportar lo que pudieran a la expedición y además quedaron debiendo muchísimo dinero, que obviamente podría pagarse con sus descubrimientos.
-¿Y cómo pudieron financiar el viaje?
 -Las grandes compañías acostumbraban invertir en este tipo de emprendimientos.
-¿Podían las grandes empresas invertir en estos viajes sin saber si tendrían éxito?
-Si, aparentemente sí. Primero, todas las propiedades de estos colonos en el planeta originario, tierras, casas, todo era cedido a estas empresas. Luego, tenemos que las expediciones, al estar obligadas a buscar nuevas rutas y explorar áreas desconocidas estaban aportando un conocimiento vital para nuevas expediciones, posiblemente más rentables… y por otro lado siempre encontraban algo que les diera dinero… asteroides con metales valiosos, o con agua, o con gases raros… los sensores registraban todo… y de salto en salto las ganancias eran importantes… y por último… ¿Le sucede algo?
-Por un momento pensé en lo que se ha de sentir dejar el mundo donde se nació para lanzarse a la aventura…
-Decía que además la tecnología más cara que se utilizaba, que eran las naves hiperespácicas, junto con algunas naves de desembarco, todas ellas, en el caso, obviamente, de encontrar un planeta, eran devueltas a las navieras…
-¿Eran devueltas?
-Claro, devueltas y vueltas a utilizar… De esa forma los costos disminuían, tanto para los viajeros como para las empresas que los financiaban…
- ¿Y que sucedía si encontraban un mundo habitable?
-Los planetas tipo Tierra eran el premio más buscado y anhelado por todos, el objetivo de la expedición en realidad…
-Y esta expedición encontró un planeta…
-Por más que la expedición que vino aquí no podía decirse que estuviera ni medianamente cerca de la conformación ideal cumplió con su objetivo. No solo eso, sino que al llegar aquí ya había descubierto riquezas suficientes en asteroides y planetoides como para llegar libres de deudas.
-Había pensado que los beneficios de las financieras pasaban por porcentajes en los descubrimientos…
-No siempre… En este caso preferían asegurarse de recuperar lo más rápidamente posible su dinero. Luego recuperarían sus naves y utilizarían las rutas descubiertas para nuevas expediciones. 
Lo cierto es que  libres o no de deudas, nada de eso contó al momento de colonizar.
Lo que realmente importaba era que toda la maquinaria con que contaban era de segunda o de tercera mano –lo que significa sacarlas casi de la chatarrería-. Todo era usado… y esto nos dice claramente que los recursos económicos de la expedición no eran muy abundantes… lo que pesó en todo el equipamiento y obviamente en los técnicos que podía contratar.
-Es triste… quizás equipamiento por algunos miles de dólares podrían ser la diferencia entre la vida y la muerte para todos…
-Sin duda… pero los futuros colonos, que venían de vivir en condiciones penosas, con carencias de todo tipo, hacinados en suburbios de las megaciudades de la  Vieja Tierra, alimentándose poco y mal, sin atención sanitaria y posiblemente con poca educación muchas veces estaban dispuestos a correr los riesgos. Llegado el momento, eran los que más valoraban el cambio y los que más luchaban para que las cosas salieran bien.
-¿Hay muchos de estos colonos? ¿Gente que pasaba tan mal como usted dice? ¿Que provenían de lugares así?
-Muchísimos… Desde que se liberó la exploración y la colonización, no hay ni un solo humano, cualquiera sea su condición, que no haya soñado por lo menos una vez con ir a las estrellas, pero los que peor viven son los más y los que realmente ven en la colonización una oportunidad de mejorar sus existencias.
-Sin tener en cuenta que a veces colonizar un planeta, con pocos recursos disponibles, era una tarea que podía resultar mortal… Aunque convengamos que aquí obtuvieron un hermoso premio…
-Es un bello planeta y todo esto que pasa ahora es el castigo por no haber tenido dinero suficiente para contratar mejores técnicos.
 Incluso los que pueden pagar sofisticados autómatas invierten en técnicos pues tarde o temprano suceden cosas que obligan a improvisar. Y en esta expedición en particular tan mal estaban las finanzas que, no solo no se les dio prioridad a los técnicos sino que cuando llegó el momento de contratar a un ingeniero mágico los recursos estaban agotados. Pero querían llevar a uno, todas las expediciones lo hacían ¿Porqué ellos no? Y como no tenían dinero buscaron opciones en tabernuchas y burdeles de mala muerte hasta que, al fin, encontraron a un hombre adicto al alcohol y a por lo menos otras cinco drogas que accedió a ir con ellos, siendo su paga solo lo que pudiera consumir de esas, digamos, diversiones del cuerpo y de la mente. Ya con su ingeniero mágico a cuestas podían partir en paz.
El joven lo miró, aparentemente satisfecho…
-Tiene usted buen apetito- le dijo Abdullah – ¿Siempre come así?-
-Solo cuando estoy distendido y cuando la comida es buena… que no sucede muy a menudo… Usted en cambio come muy poco, demasiado poco quizás- dijo con una inclinación de cabeza.
-No he estado pasando por buenos momentos… -y sonrió- en realidad  hace años que no puedo dejar de pensar en este mundo, sin nuestro “problema”… ¿Le apetece algún postre? ¿Café?
-¿Tienen café? Claro… y me gustaría probar algún postre también, pero en pequeña cantidad, por favor.
-Por lo que come debería de pesar el doble de lo que pesa- dijo Abdullah, riéndose.
El joven también se rió, pero luego se puso serio… -No siempre tengo la oportunidad de comer así… y cuando estoy trabajando prácticamente no como… ya lo verá. Además en mi profesión se gasta mucha energía.
-No se disculpe… Me alegra que aprecie nuestra comida y cuidaré que por resolver nuestro problema no deje de alimentarse convenientemente…
-¡Su problema! Le llegó el turno… Aunque antes tengo una pregunta para hacerle, algo personal…
-Hágala, no me molesta…
-Usted no habla como un colono de esos que seguramente vinieron con la nave, así que estoy casi seguro que no nació aquí. Parece una persona que conoce bastante de la colonización y de la historia y hasta diría que se especializa en ella.
-¡Lo felicito! ¡Es usted muy perspicaz! Es obvio que no nací aquí. En realidad  llegué algunos años después del inicio de este asentamiento, para terminar una tesis histórica sobre las colonias, con mi esposa y varios colegas más en nuestra propia y pequeña nave de estudios… y nos quedamos. Nos gustó el planeta y desde ese momento soñamos con sacar las rejas.
-¿Y su mujer?
-Ella fue una de las víctimas de la segunda oleada de ataques… Pero hace mucho de esto, no se preocupe…
-Lo siento mucho…
Ya habían terminado el café y los postres. Se levantaron y con la ayuda de algunos parroquianos más llevaron el equipaje del joven a una pequeña nave terrestre.
-¿No va a pagar?- le dijo Costi a su anfitrión.
-Todos ya saben quién es usted y no querrían cobrarle nada de lo que consuma. No se preocupe.
 Y partieron rumbo al hogar de Abdullah, quien mientras conducía continuó con su relato.
-Los problemas comenzaron bastante tiempo después de llegar.
Dentro de la fauna local existían unos enormes seres –su tamaño triplicaba al de cualquier humano- que al principio parecían indiferentes al ruido y a la presencia humana. No se sabía tampoco si eran herbívoros o carnívoros… simplemente eran parte abundante del paisaje. Hasta que de forma totalmente accidental probaron carne humana. Todavía no está claro si fue por lo exótico de su sabor o porque realmente los humanos les parecían sabrosos que se dedicaron a cazarlos con verdadero ahínco.
Imagínense el caos... una colonia instalándose en los confines, en un planeta descubierto por ellos mismos, lejos de todas las rutas conocidas y sin grandes posibilidades de conseguir protección de la Federación.
-¿Por qué no habría de protegerlos la Federación?
-Esta colonia no tenía, ni tiene, ninguna importancia estratégica… ni posee, hasta donde sabemos, minerales especialmente valiosos.
-Bien… entiendo.
-Así que en la etapa más difícil de instalación de una colonia, cuando se explora sistemáticamente todo el planeta, se realizan evaluaciones de todas sus riquezas, su potencial para distintos cultivos, se comienza la construcción de asentamientos y obras de infraestructura, se inician estudios serios sobre la fauna y flora autóctonas, se continúa con la educación de los niños y de la población en general –ahora instruyéndolos, a medida que llega la información, sobre las características del mundo que habitan-, en el medio de éstas y otras mil distintas tareas resulta que una especie nativa, hasta ahora inocua, resulta ser un enemigo tan despiadado como numeroso…
-¡Es conmovedor lo que está contando!
-Y ni siquiera tenían suficientes armas para todos los que estaban expuestos a los ataques... Tuvieron que improvisar, que inventar, que adaptarse a vivir bajo riesgo constante…pero no eran soldados, ni especialistas en defenderse, ni siquiera tenían un gran conocimiento sobre armamento. Se mataba y se moría sin cuartel. Fue en uno de esos combates que probaron la carne de uno de los cuerpos del enemigo que había quedado en el campo de batalla y se llevaron la sorpresa de que no solo era de sabor muy agradable sino que al analizarla descubrieron que tenía un alto contenido energético. Este descubrimiento cambió los motivos por lo que había que matar a esa especie carnicera, pues se mataba no solo por la supervivencia sino también para alimentarse de ellos.
-¡Perdón! ¿Y fue en ese entonces que construyeron la reja?
-¡No! La reja no fue hecha para defenderse de esos seres…
-¿No? ¿Y para defenderse de qué la construyeron?
Ya llego a esa parte del relato… No sea impaciente… Me dijo que quería una historia y yo se la estoy contando. De ella pueden aprenderse muchas cosas.
-Tiene razón, continúe…
-Los colonos de todas formas llevaban la peor parte, así que para sobrevivir necesitaban de toda la ayuda que se pudiera conseguir. Y recurrieron al ingeniero mágico- Abdullah suspiró- Estoy de acuerdo en que la ingeniería mágica es una de las profesiones más nobles que existen, la de más potencial y de las más útiles, pero ya le dije que el tecnomago que habían traído era un completo alcohólico y por si no fuera suficiente se había aficionado a cuánta sustancia alucinogénica encontró en este mundo… La mayor parte del tiempo estaba totalmente desquiciado…  tanto que a veces estaba convencido que seguía en la Tierra y otras veces en mundos que solo él veía.
-Es lamentable…- dijo el joven -No es el primero que termina así, y  no será el último-
-Pero lo necesitábamos. Trataron de hacerlo volver en sí y lo obligaron a fabricar algo que matara a los predadores de fuera, cada vez más atrevidos.
-¿Y lo hizo?
-Lo hizo.
-¿En serio? ¿Y porqué la reja entonces?
-La reja se hizo necesaria cuando los animales que creó para matar a los otros animales se quedaron sin presas…
-¡No!
Ya estaban en la casa.
-Venga que le mostraré un espécimen, afortunadamente muerto-
Lo condujo escaleras abajo hasta un lugar que parecía una sala de estudios o un laboratorio… en un enorme soporte, metido en un tubo  lleno de un líquido transparente, estaba algo similar a una gigantesca avispa…
-¡Es enorme!
-Algunos de estos animales llegan a tener 150 cmts de largo, más el aguijón…
-Debe de haberle costado mucho construirlo…
-No, no lo crea, lo que hizo fue tomar una especie ya existente aquí, que para nosotros es totalmente inofensiva y operó sobre ella…
-Su aguijón… ¡Es un tubo para poner huevos!... ¿Es posible…?
-Continúe… me interesan sus conclusiones.
-Por el diseño está hecha para depositar huevos en los predadores y estos luego son devorados por su cría… ¡Dígame que me equivoco!
-No, no se equivoca. Yo las vi en acción y le aseguro que fue terrible ver como las larvas devoraban por dentro a nuestros enemigos. Luego de varios años estándar los exterminaron.
-Pero…
-El problema es que luego de matar hasta la última de sus presas, salieron a buscar a quienes más se le parecieran y todos los colonos habían estado alimentándose por años de la carne de la especie exterminada, lo que produjo una reacción de algún tipo, hormonal o algo que yo no podría explicar que hizo que nos vieran como sus nuevos objetivos.
-¡No, no es posible!-
-Fue posible, estimado Costi. ¡Y horrible también! La sola perforación del aguijón a veces causaba lesiones graves y muchas veces mortales. Los servicios de emergencia estaban atiborrados, pues si la víctima sobrevivía al aguijón había necesariamente que retirar el huevo de su cuerpo. Murieron muchísimos colonos y además nuestro mundo se transformó en un lugar de miedo e inseguridad, hasta que logramos construir la reja.
-He aquí la reja…
-La reja nos dio seguridad ¿Entiende ahora por qué somos un planeta tan pobre? Nuestra población fue diezmada por décadas, nunca pudimos trabajar la tierra como se debía, siempre con miedo, siempre viviendo en fortalezas, nunca pudimos explotar adecuadamente ningún recurso ¿Se da cuenta de porqué le podemos pagar tan poco y sin embargo es tan importante lo que esperamos de usted?
-Me doy cuenta… y siento curiosidad por algunas cosas.
-¿Cómo cuáles?
-¿Qué fue del tecnomago?
-Cuando sus creaciones comenzaron a aterrorizar la colonia, en su locura pensó que podía dialogar con ellas, persuadirlas de que su trabajo estaba cumplido…
-¿Lo mataron?
-¡Y claro! ¿Qué pensaba? ¿Que lo iban a escuchar?
-Lo siento… tampoco entiendo por qué recién ahora piden un ingeniero mágico o porque no pidieron otro tipo de ayuda…
-Ya le dije que ni a La Federación ni a ningún organismo le interesaba lo que pasaba con nosotros… ellos tienen asuntos más importantes que atender… No tuvimos más alternativa que ahorrar dentro de lo razonable y con ese dinero contratar a alguien como usted ¿Está conforme con lo que le pagamos?
-Este, bueno…
-¡Ve usted! ¡Es muy poco! Pero nos ha costado mucho reunir ese dinero. Fuimos afortunados al interesar a alguien con sus calificaciones para solucionarnos el problema.
-Si, sobre eso… ¿Tienen laboratorios, algún lugar donde se pueda trabajar?
-No, lo que más se parece a un laboratorio es esta habitación… lo lamento…
-Bien, me instalaré aquí entonces y mañana comenzaré.
-Supongo que necesitará ayuda…
-Sería conveniente…
-¿Cuántas personas?
-Con su hija para el laboratorio y dos colonos más para las salidas de campo estaría bien…
-Me parece extraño que mi hija le parezca útil.
-Me dijo que su hija estuvo estudiando física dinámica en los mundos interiores ¿no?
-Claro…
-Así que está familiarizada con las metodologías científicas. Además nadie mejor que ella para responder las preguntas sobre este planeta que seguramente tendré.
-Está bien… Hablaré con ella.
-¿Me puede decir como se llama?
-Iblet –le contestó algo malhumorado- Le podría haber preguntado a ella. Venga por favor que le muestro sus habitaciones…

El trabajo no fue sencillo, pues significaba cazar varios especimenes, investigar su estructura, capacidad de mutar, su uniformidad genética, luego sus costumbres, su distribución territorial, su ciclo de vida… y muchas características vitales más. Luego estudiar lo más exhaustivamente posible los ecosistemas del mundo en cuestión y también analizar las modificaciones que habían sufrido los humanos y sus posibles derivaciones…

-¿Cómo va?- Le preguntó cierto día Abdullah, mientras almorzaban.
Iblet miró a Costi, quien respondió:
-Bien, hemos avanzado bastante. Espero que la recopilación de información termine pronto y tenga datos suficientes para comenzar a diseñar soluciones…
-¿Y tiene que diseñar muchas de estas… soluciones?
-Es inevitable… Aún después de que esté casi convencido de cual es la mejor tengo que hacer pruebas controladas… ¡Tenga confianza y verá que todo saldrá bien!


Cierta noche que Abdullah estaba desvelado hizo lo que hacía esas noches… caminar. Caminando llegó hasta la sala donde se encontraban las cámaras de circuito cerrado… con los peligrosos animales de fuera estas cámaras se utilizaban para vigilar el perímetro, ver que todo funcionaba bien y en una eventual emergencia dentro de la casa servirían de apoyo visual. Pues quiso la mala fortuna que una de esas cámaras interiores mostrara a su hija caminando rápidamente por un pasillo hasta… ¡la puerta del ingeniero mágico! ¡Y entrar! ¡No podía creerlo! Su pulso se aceleró y estuvo a segundos de tomar un láser… pero recapacitó… solo tomó un pesado bastón… pediría explicaciones y si estas no eran satisfactorias tendría tiempo más adelante de usar un arma más letal.
Llegó hasta frente la puerta donde había entrado su hija y movió el picaporte… ni siquiera estaba cerrada… y encontró a los dos jóvenes abrazados en la cama, con tanta ropa como la que habían traído al mundo cuando nacieron.
-¡Papá!- dijo ella… su compañero de cama no atinó a decir nada.
Su padre carraspeó y dijo, mirando a la joven…
-¡Ahora entiendo por qué ambos constantemente tenían sueño y se dormían durante almuerzos y cenas! ¡Y esas ojeras… no quiero ni pensar en cuánto tiempo hace que están acostándose juntos…! -luego dijo refiriéndose a Costi- ¿No me había dicho usted que estaba bajo un voto de castidad? ¿Por qué me mintió? ¿O no sabe cumplir sus votos?
-¿Le dijiste lo del voto de castidad?- le dijo la chica a Costi.
-Si, le dije… no me avergüenzo de haberlo hecho ni de haberlo cumplido…
-¡No lo cumplió! –gritó enojado Joachim- ¿O qué estoy viendo? O…
-El voto de castidad era por su hija, Sr. Abdullah…
-¿Por ella? ¿Ustedes ya se conocían?
Ella intervino entonces.
-Nos conocimos en los mundos interiores, en unas vacaciones estudiantiles y nos amamos desde ya hace tiempo, padre…
-¡No lo puedo creer! ¡Entonces tú no viniste por el trabajo! ¡Viniste por ella!
-Vine por ambas cosas. Pero… sobre todo vine por ella…
-¡Ya me parecía extraño que un tecnomago de tu nivel viniera a este mundo olvidado de todo!
-No diga eso, me encanta su mundo y me quedaría si usted me acepta…
-¿Si te acepto?
-Si me acepta como su yerno, claro…
-¿Te quedarías aquí, lejos de todo, trabajando por monedas cuando puedes ganar fortunas trabajando en planetas más ricos?
-Por su hija vine y por ella me quedaré… y sobre el dinero y la fortuna pues… un planeta es tan bueno como cualquier otro para hacer una carrera honorable… y eso significa hacer un mundo mejor para ella, para usted y para todos…

Pasó cierto tiempo, no muy poco, para que Costi invitara a su suegro al laboratorio.
-Quiero que vea algo. Siéntese.
Un holograma se desplegó frente a Joachim.
-Este holograma representa una población hipotética de avispas en determinada superficie planetaria y aquí haremos una simulación. Verá, estas avispas tienen un 85 % de su estructura basada en el diseño primigenio, el de las avispas originales… No quiero exterminar a las antiguas avispas, pues como usted dijo, no son peligrosas y me aseguré de que no se cruzan con estas, por lo que diseñé un veneno muy selectivo y biodegradable, uno que ataca ese 15 % de diseño restante, esa fracción “extraña” que tienen. Es un veneno construido totalmente con sustancias de este planeta, que no es tóxico para absolutamente ninguna especie más que ésta y que en pocos ciclos planetarios se disolverá.
Abdullah parecía emocionado –¿Ya lo probó?
-Lo probamos individualmente, a muy pequeña escala, pero siempre es en este tipo de simulaciones que tenemos una idea más cabal de lo que sucederá…
-¿Y me invitó a venir sin saber si va a tener éxito?
Costi se rió, pero no parecía estar nervioso. –Si algo falla lo solucionaré… aunque tengo razones para pensar que no fallará.
-¡Ojalá tenga razón!-
La prueba comenzó. Todos vieron como una pequeña nube de color rojizo comenzó a crecer y a extenderse hasta llenar la burbuja holográfica… también todos vieron como las brillantes y alargadas motas azules, que eran las avispas, comenzaron a caer y en escasos minutos estándar cambiar de color a un verde pálido…y ya no había avispas vivas en el holograma.
Iblet se acercó a Costi y lo abrazó fuertemente, emocionada. Sorprendió a todos pero Abdullah, casi al borde de las lágrimas los abrazó a ambos.
-¿Cuándo lo lanzas al planeta?
-Tardará un poco. Nos llevará cierto tiempo fabricar el suficiente para todo el planeta y luego hay que equipar todo lo que sea capaz de volar o de rodar con depósitos y dispersores de gas. Cuando el gas esté totalmente disperso será cuestión de pocos ciclos planetarios sacar las rejas y dejar de usar blindajes. ¡El planeta será vuestro nuevamente!

Cuando las avispas asesinas murieron y con la libertad de poder deambular sin peligro por todas partes, los humanos cambiaron rápidamente su espíritu. Se sentía recorrer una revitalizadora energía por todo el planeta y el optimismo creció cuando los colonos se enteraron de que el ingeniero mágico se quedaría.
Todos sabían que vendrían nuevos y mejores tiempos.

Costi y Ilbet miraban el atardecer tomados de la mano.
-Tu padre parece muy contento.
-¡Está muy contento! ¡Casi no está en casa, yendo de aquí para allá! Además parece que una flotilla de naves con colonos desvió su curso y vendría hacía aquí si los aceptamos…
-¿Y que contestaron?
-¡Les van a contestar que sí! Tenemos mucho espacio y necesitamos algo que tú llamaste alguna vez…
-¡Te acuerdas! Una mínima masa crítica… Si, es la mínima cantidad de población que necesitamos para desarrollarnos como sociedad y también para autodefendernos.
-Tú cumplirás un papel muy importante en este nuevo mundo…
-Cumpliremos dirás…
-Cumpliremos claro… y sobre esto tengo una pregunta para hacerte…
-¿Una pregunta? ¿Cuál?- le dijo él, sonriendo.
-¿Qué nombre le pondremos a nuestro primer hijo?
                                        
                                                 FIN