Queridos amigos y amigas, reapareciendo en un mundo cada vez más a tono con la ciencia ficción... Por la ciencia ficción y la fantasía!!! Es un secreto, pero nunca me fuí... Aquí estaré: pablodaniel.gandalf@gmail.com... Un gran abrazo!!!


miércoles, 30 de noviembre de 2011

COLONIZACIÓN

Sobre este cuento quizás hubiera sido interesante novelarlo, estuve tentado... si alguien lo desea puede hacerlo novela... yo estoy trabajando en tres proyectos de novelas que me tienen bastante entretenido y lamentablemente no estoy tan en contacto con el teclado como me gustaría -por temas laborales, sobre todo, les recuerdo que trabajo en el campo-. Esta idea es bastante trillada -¡como casi todo lo de SF!- pero creo que tiene algunas cosas interesantes. Espero les agrade.

Dedicado a Patty.

                                COLONIZACIÓN

Entre los azulados tonos de la playa y el océano una oscura silueta parecía romper la armonía.
-¡Allí está!- dijo el delgado adolescente para sí -¡Cómo siempre!- pensó, mientras se acercaba con evidente nerviosismo al anciano, que en la playa, de finísima arena de azules y brillantes reflejos e instalado en un cómodo dispositivo antigravedad observaba reclinado un paisaje que, para alguien nacido en la Vieja Tierra, como se le llamaba en los planetas colonizados, era más que grandioso… o increíble… Quinto y Ilirion, los dos soles del sistema, quedaban a plena vista sobre el horizonte, en donde se juntaba el celestísimo océano con los rojizos, naranjas y amarillos del cielo encendido. En ese cielo, en donde también asomaba el celeste blancuzco de una atmósfera,  los ocho planetas y planetoides del sistema visibles en esa conjunción, formaban un hermoso y accidentado collar de perlas de distintos tamaños, colores y luminosidades…
El anciano estaba tan concentrado en esa vista que no advirtió la presencia del joven, casi a su lado. Al joven le llamaba bastante la atención esa actitud, teniendo en cuenta el tiempo que el viejo hombre vivía allí… ¿Cuántos años ya? Cierto que contemplar  ese hermoso atardecer –único en todos los mundos conocidos-  era una buena razón para deslumbrarse, pero era común que el anciano quedara casi en éxtasis, en maravillosa contemplación, como si fuera la primera vez… como si fuera el primer día que tenía esa hermosa villa a su espalda, allí donde terminaba la arena y en donde había un ejército de sirvientes a su disposición, desde cocineros, mucamas, jardineros, secretarias personales, dos amantes, choferes, un mayordomo que organizaba toda la atención y el personal de seguridad…si, no se podía olvidar del armamento pesado desplegado y de todos los hombres armados a guerra que custodiaban constantemente la casa y al anciano allí donde iba…¿porqué?... se preguntaba…¿quién era que ameritaba tantos cuidados?
Finalmente lo llamó, suavemente -¡Abuelo!
El anciano giró su cabeza inmediatamente y el contacto con el paisaje, ese vínculo emocional que casi podía tocarse, se rompió…
-¿Cómo estás, nieto?  -le dijo sonriendo-Me sorprendiste…
-Hace un rato que te estoy observando…y disculpa, pero a mi también me sorprende que todavía te atraiga tanto este paisaje…
-¡Vamos, qué pregunta! ¿No te parece una vista increíble? Sería notable que no me sintiera capturado por ella, día a día, atardecer a atardecer… ¡Me encanta! –dijo entusiasmado-
-Sí, abuelo… pero…
-Puede ser que con el paso de los años no controle mis sentimientos hacia la belleza… ¡Pero no vas a negar que es una hermosa visión! –dijo, levantando apenas la voz.
-Sí, es muy bella, pero a veces pienso que ya tendrías que estar acostumbrado a ella…
-Cierto, mi querido nieto, pero lo que más me emociona no es solamente la vista, sino también otras cosas, cosas que guardo en la memoria y que en ocasiones como esta salen a mi conciencia... Para ser más claros, querido, lo grandioso de esta escena me hace pensar en como llegamos aquí, en el camino que recorrimos…
-¿Tú conoces toda la historia, no?
-¿La historia de cómo llegamos aquí?
-Claro… ¿participaste en ella?
El anciano lo miró un poco más detenidamente. -¿Qué te hace pensar en eso?- le preguntó
El jovencito esquivó por un minuto entero la mirada… la mantuvo clavada en la arena que despedía azules chispazos y finalmente se decidió a hablar, mirando a su abuelo a los ojos…
-Es que en una publicación de historia que me llegó hoy hacen mención a alguien que pues… se parece mucho a ti…
-¿En una publicación de historia? No creo… -El anciano sabía que todo rastro de él había sido oficialmente borrado, no podía estar en un libro-
-Es que es un libro, bueno, una publicación gráfica de circulación restringida, algo así como clandestino…
-¡Ja, Ja! ¿Clandestino? ¿Y hay alguna fotografía mía allí?
-No, no hay ninguna fotografía, pero describen bastante acertadamente la forma en la que vive esa persona, que se parece mucho a ti en sus descripciones… Además cuentan como fue que llegamos a colonizar todos los planetas en donde la Humanidad está ahora y cómo comenzó La Federación… Solo menciona a alguien muy parecido a ti, diciendo de él que fue uno de los fundadores de nuestra Federación Planetaria… dice también que se inició de forma tan bárbara y cruel que resulta  difícil de creer…
-Ay, muchacho, muchacho, tantas estupideces dijeron en ese entonces y dicen ahora… -el anciano se levantó, lo tomó de los hombros a su nieto y continuó hablándole- Pero tú no les creas… solo piensa que hace ochenta años todavía estábamos en un planeta moribundo y superpoblado, sin esperanzas de sobrevivencia, con los recursos naturales casi agotados, los mares casi muertos y ahora… -suspiró- el viejo planeta Tierra se ha recuperado, hemos colonizado veinte planetas y otras tantas lunas, hemos entrado en contacto con cuatro especies no-humanas y tenemos, sí, una Federación en funcionamiento, con más de medio centenar de mundos habitados asociados en una federación, por más que –seguramente los que escribieron eso que mencionaste, pura basura- quizás lo llamen Imperio. Tenemos un hermoso futuro por delante, tú y tus hijos lo tienen, a cada paso que damos conocemos más mundos, cada vez más civilizaciones, cada vez nos hacemos más fuertes, más poderosos…Controlamos el viaje por el hiperespacio, la antigravedad, la síntesis de alimentos, podemos alargar la vida hasta los 150 o 160 años –querido, yo ya tengo 120 y estoy en mi plenitud-, hemos controlado todas las enfermedades conocidas y tenemos grandes posibilidades de controlar las que todavía no conocemos y más aún, si bien hay disconformes e incluso terroristas y enemigos humanos que organizan revueltas y hablan de independencia en algún planetucho por ahí, ya no nos matamos entre nosotros como antes…
-Disculpa abuelo, quizás no como antes pero se siguen matando…  lo que leí dice que hay guerrillas e insurrecciones por todas partes… y mucha gente que se queja de los impuestos, de los precios que se le paga por su materia prima…de que no en todos los planetas se vive igual…de que en algunos lugares la vida es muy difícil… y de que estamos constantemente en guerra con otras especies, en todos los bordes de la Federación
-Siempre hay y habrá quienes no estén conformes… siempre…pero algo no me puedes negar tú ni quien, por lo que veo, escribió tantas cosas negativas… Estamos mucho mejor de lo que estábamos…Y es por que estábamos muy mal que se tomaron las medidas que había que tomar para corregir el rumbo que llevábamos…
-¿Entonces,  tú participaste en todo eso?
-¡No, no! ¡Nunca dije eso! Pero conocí bien como sucedió todo…Fui un renombrado historiador y me tocó documentar todo para la Federación.
-¿Pero por qué tu nombre no aparece en ningún documento histórico, ni en ningún texto de la Federación?
-Nieto, nieto, es porque mi trabajo fue y sigue siendo hasta ahora, muy confidencial… Fui –y aún lo soy, desde este lugar tan lejos de todo- un observador calificado e imparcial de cómo pasaron y pasan las cosas…pero no puedo aparecer en ningún texto…así que no hay fama ni gloria para mí aunque…obtuve alguna recompensa…-dijo, abriendo los brazos y mostrando la casa, el parque, uno de los tres ultramodernos jets que sus asistentes lustraban constantemente… los vehículos de tierra, las baterías antiaéreas…
-Abuelo, está bien, pero este planeta es el más exclusivo de todo y por más que alguno de mis amigos y amigas han dicho que ellos viven con más lujos que tú, ninguno tiene tanta seguridad ni tantos guardaespaldas y ninguno tiene tanto…poder…
-¿Por qué dices eso? ¿Cómo sabes que tengo poder? ¿He acaso dado muestras de poder?
-No, no, pero hay algo, la forma en que te tratan todos los que trabajan aquí…y la forma en que te tratan los guardaespaldas… eres el único que conozco que tiene auténticos soldados de la Federación como custodia, que más bien parecen comandos especiales…no sé…hay algo…
-¿Comandos especiales? ¿Mis guardaespaldas? ¡Querido, querido! ¡Quizás soy un prisionero! ¿No lo has pensado? –le dijo, tomándolo suavemente de los hombros- Estás exagerando e imaginando cosas…Muéstrame el lugar donde están divulgando esa información, por favor, para que no difunda más barbaridades y te aseguro que lo que dice son solo mentiras, solo alucinados disparates para desacreditar a nuestro gobierno…mírame… ¿tú me crees capaz de hacer algo cuestionable?
-No abuelo, no, sé que no…
-Entonces ya está… Con eso me alcanza… ¿Cuándo te marchas con tus padres?
-En quince días estándar… si me permites quedarme después de esto…
-Querido, claro que sí… Es más, me parece bien que me hayas expresado tus dudas…Ven, muéstrame el sitio de esa maldita red donde viste esas barbaridades y luego vayamos a cenar… Ven… Y ya que tienes poco tiempo más para descansar aprovéchalo y deja de gastar tu atención  en disparates, por favor…
El muchacho le mostró en una pantalla el lugar de donde sus amigos le habían enviado la polémica información… Registrada la dirección se fueron a cenar…Y luego cada uno se dispuso a retirarse  a sus respectivos dormitorios a dormir.
Antes de hacerlo el muchacho preguntó – ¿No estás molesto conmigo, abuelo?
-No, ya te he dicho que no…
-¿Puedo llevarme a una de las chicas conmigo? No quiero dormir solo…
-Si, claro, las dos si quieres…yo al revés que tú tengo ganas de dormir sin compañía… Nos vemos mañana…

Al anciano le costó dormirse esa noche. De mañana, muy temprano, fue al cerebro electrónico y se contactó directamente con una de las agencias de inteligencia de la Federación más temidas, la suya precisamente, y luego de pasarles todos los datos que tenía de la publicación que le había llegado a su nieto dio precisas órdenes al respecto. No existía lugar alguno en el universo conocido en donde pudieran esconderse, no si los buscaba directamente su propia gente. Ellos eran los mejores, los más crueles, los más convencidos…Qué descaro, hacer llegar a su propia casa esa basura…
Luego caminó hacia la playa…allí, con su mente en blanco se ejercitó durante dos horas estándar –la hora de la Vieja Tierra- y luego de darse una rápida inmersión en las templadas aguas se dispuso a desayunar…mientras se secaba le habían dispuesto ya todo en una pequeña mesa. Se sentó y mientras se servía el café pensó preocupado... -¿Se habrá creído mi nieto lo de que era historiador? ¿Qué otra cosa podía decirle? La verdad no…eso no…porque pocas personas podrían entenderla… Mientras continuaba con su desayuno comenzó a traer a su memoria esos recuerdos…esa parte de la historia de la humanidad que muy pocos sabían completa…que muy pocos conocían en detalle…solo algunos líderes mundiales y unos pocos destacados científicos de la Vieja Tierra, no más de una treintena de personas en toda el planeta habían tenido acceso a toda la información y de ellas no creía que quedaran vivas más de diez, en todos los mundos conocidos… el resto de los que habían estado cerca de lo sucedido solo habían tenido acceso a parte de ella…solo algo…El era uno de los treinta iniciales… y le resultaba fácil recordar, como si hubiera sido ayer…


Pocas veces se había organizado en la Casa Blanca una reunión tan urgente y a la vez  tan secreta, importante… e inexistente… si, nunca quedaron registros de ella, tal era la naturaleza de la misma. A la hora convenida comenzaron a llegar los invitados, entre los cuales se encontraban los responsables de los principales poderes del estado. Entre ellos el regente unificado de todas las agencias secretas, los principales encargados de las tres armas y también había por lo menos una docena de extranjeros, de distintas etnias y países, entre los cuales se encontraban algunos primeros mandatarios… prometía ser una reunión interesante… Pronto entró el presidente seguido por tres asesores… Se veía que no estaba pasando por el mejor de sus días, se veía agotado y de haber estado en sus pantalones podríamos jurar que no solo lo parecía sino que estaba muy, pero muy cansado.
Se dirigió a un lugar un poco más elevado donde tomó asiento. Las cómodas sillas habían sido dispuestas en una especie de semicírculo, lo que le dio a al escenario una aire de informalidad que más que tranquilizarlos tensó el ambiente. Esto no era común, ni normal, para nada… Juntarse todos ellos, en este ámbito… Uno de los asesores fue hacia donde estaban cubiertas varias mesas con alimentos ligeros, café, té, refrescos e incluso un provisto bar y las colocó al centro, al alcance de todos… El mismo presidente fue el primero en servirse una taza de café y saborear un elaborado sándwich, rompiendo de esta forma el protocolo… sonrió y con un ademán abarcó las mesas…
-¡Por favor! ¡Sírvanse! ¡No podemos tener camareros hoy!
Todos se levantaron y prepararon sus bebidas preferidas… los menos comieron… Pocos minutos después todos estaban sentados, muchos de ellos con tazas y vasos en sus manos.
En este momento carraspeó…
-Estimados, les estoy muy agradecido por haber concurrido a esta reunión… disculpen la urgencia, la informalidad y el secreto pero luego que hayamos entrado en tema verán porque fue necesario…
El presidente continuó:
-Si bien hay  algunos de ustedes que vinieron en representación de sus primeros ministros, me consta que los enviaron no solo porque cuentan con su respaldo político incondicional sino también porque son lo mejor que tenían para resolver problemas… y hablo de cualquier problema que se nos presente. Se preguntarán porque tanto cuidado en preservar sus identidades, porqué protegerlos incluso de las actas secretas. Por una sencilla razón: el tema que tenemos que tratar es tan vital, tan importante y tan delicado que estoy obligado a esmerar las medidas de seguridad.
Saben que ha sido el sueño del hombre comunicarse con inteligencias extraterrestres… y lo hemos logrado…
-Se sintieron suspiros y hasta se vio el esbozo de una sonrisa, no demasiado entusiasta de todas maneras, más el presidente continuó- Aunque no ha sido lo que esperábamos… Durante mucho tiempo hemos estado recibiendo comunicaciones de no solo una, sino de varias culturas extraterrestres. Estos comunicados se han venido recibiendo durante años y durante años se ha venido trabajando en descifrarlos. Finalmente hemos logrado entender la casi totalidad de ellos. Sabemos en este momento que vienen de por lo menos cinco culturas no-humanas, desde distintas distancias, aunque desde una misma dirección del universo, procediendo de lugares cada vez más cercanos. Esa de por sí sería una noticia excelente, la mejor que podría recibir la humanidad… pero no lo es… Todos esos mensajes de una forma u otra, utilizando distintos sistemas de comunicación y en diferentes y raros lenguajes, nos dicen que huyamos, que si somos estructuras en base a carbono –que lo somos- estamos en el camino de una especie que, y uso una transcripción directa –y tomó un papel- “Los comerán, se alimentarán de vosotros… Adultos, crías, todos… ¡Huyan! ¡Huyan mientras puedan!”
Y así sucesivamente… los mensajes de todas las culturas son de ese tenor… los que se dirigen hacía aquí son muy, pero muy poderosos y sumamente agresivos, utilizarán todos los recursos del planeta que les plazca utilizar, incluyendo alimentarse de nosotros, nos esclavizarán, destruirán toda nuestra civilización… será el fin… y esto, estimados amigos, ya le ha sucedido a otras especies…
Había silencio en la habitación. Finalmente alguien dijo:
-¡Un desastre! ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos huir?
-¿Huir? ¡Tendríamos que enfrentarlos! –dijo otro.
-¡Si! ¡Luchar, eso tenemos que hacer! ¡Tenemos suficientes recursos militares entre todos para derrotarlos!- opinó un tercero.
El presidente, sentado,  escuchó la multitud de quejas y arengas hasta que se levantó nuevamente y pidió nuevamente silencio.
-Luchar es una opción, no la descartemos, pero tenemos importantes razones para pensar que las especies con las que se han enfrentado eran bastantes más poderosas que la nuestra y sin embargo los han derrotado, sistemáticamente… Podemos elegir pelear, sin duda, pero hay grandes probabilidades de que seremos derrotados…
-¡Podemos intentarlo igual!
-Podemos, claro, aunque tengo buenas noticias al respecto… buenas noticias que pueden cambiar nuestra historia para siempre…
-¿Una buena noticia en todo este desastre?
-Una buena noticia… junto a las advertencias y a los avisos nos han estado enviando además numerosos diagramas de armas, de naves y de otras máquinas y dispositivos que desarrollados nos permitirían no solo combatir a los invasores sino también solucionar problemas como el hambre, la polución planetaria, la falta de energía y nos permitirían viajar a las estrellas…
-¿Viajar a las estrellas?
-¿Cómo es posible esto?
El presidente contestó –Todavía se está examinando toda esta información, no hay nada definitivo, pero parece que entre todo lo que nos han enviado hay dispositivos que permiten, como decirlo, romper el espacio y viajar distancias enormes en forma casi instantánea…
-¿Está hablando de algo así como el hiperespacio?
-Algo así, claro –sonrió- quizás sospechado desde hace tiempo, pero ahora, con todo lo que nos ha llegado y nos está llegando podríamos acceder no solo al hiperespacio y todo lo que eso implica sino también a maneras más baratas de hacer naves espaciales. Hay planos de naves enormes… quizás enviados con la idea de que podían ayudarnos a huir…
-Quizás la mejor opción entonces  sea huir, pues ¿Como podemos pensar en derrotar a estos alienígenas carniceros si, como usted dijo, otros tecnológicamente más desarrollados no lo lograron, y con las mismas armas además…?
-Es que nosotros reuniremos las tecnologías de todas las especies que fueron atacadas… y por eso seremos un adversario de temer. Quizás con un tipo de armas no seríamos rivales, pero combinando las tecnologías militares de todos, incluyendo las nuestras, tendremos elevadas probabilidades de éxito…
Hubo discusiones en voz baja, algunas acaloradas… finalmente alguien preguntó…
-¿Y porqué, antes de luchar, armamos naves y nos marchamos de aquí, si es que podríamos hacerlas más baratas y rápidas y podemos solucionar la energía y la alimentación?
El presidente respondió –Es que hay un problema, no menor…
-¿Peor que el que venga hacia la Tierra una civilización que se alimentará de nosotros?
-Si, peor… y es que no tenemos tiempo ni de armar naves, ni de fabricar las armas, ni de casi nada…
Un silencio casi sólido envolvió a toda la sala.
-Ya sé que es terrible, pero los cálculos que hemos hecho es que en tres meses la flota invasora estará entrando al Sistema Solar y nosotros recién estamos terminando de descifrar algunos de sus manuales… tardaremos por lo menos un año en descifrar todo y luego, luego tenemos que fabricar las armas… no tenemos tiempo de nada…
Nuevo silencio.
El presidente continuó.
-Así es, estamos en un momento histórico y a la vez trágico… tenemos todos los conocimientos para conquistar las estrellas, para solucionar los mayores problemas de la humanidad y a la vez estamos a las puertas de nuestro fin como especie…
-Lo que nos falta es tiempo- dijo uno… pero la desazón se veía en todos los presentes. La impotencia y la tristeza habían descendido sobre la habitación… se podrían tocar, envolviéndolos a todos… la esperanza junto con la especie humana habían muerto.
Más el presidente nuevamente dijo:
-Aunque tenemos una opción… una opción para ganar tiempo, ese tiempo que necesitamos para salvar la especie…
Todos quedaron atentos… alguien dijo -¿Una opción? ¿Qué opción podemos tener?
El presidente carraspeó y dijo –Negociar-
-¿Negociar? ¿Cómo?
-Negociar, ofrecerles lo que ellos quieren voluntariamente, sin que destrocen nuestro planeta y mientras nosotros nos preparamos para combatirlos…
-Pero eso sería…
-Sería criminal darles lo que ellos quieren, que será… será…
-Carne…
-¿Está hablando, presidente, de ofrecerles carne, carne humana, a cambio de que nos dejen tranquilos?
-Estoy hablando- dijo éste- de ganar tiempo, solo de eso… ¿No es mejor hacerlo y controlarlo nosotros a que vengan ellos y lo hagan como se les plazca, con nuestros gobiernos destrozados, todos perseguidos, toda la civilización… terminada? Y no solo hablo de darles carne humana sino de darles todo lo que necesiten, a cambio de que nos dejen tranquilos en nuestro mundo…
-Si, quizás sí…- dijo uno….
-¡Piénsenlo!- dijo el presidente –No tenemos, lamentablemente muchas opciones…
-Y en el caso de aprobarse una medida de estas… ¿quién negociará con estos carniceros?
-Si- dijo otro- ¿Quién correrá el riesgo, quien tendrá el valor de ir a hablar con estos invasores?
-He aquí el hombre- dijo el presidente, señalando a quien había estado sentado a su derecha en toda la reunión… se paró, estatura mediana, cabello negro, no excesivamente corto, ojos duros y en ese momento inexpresivos, tez blanca…- Les presento a Francis Gómez…
-¿Es Francis Gómez?- dijo uno…
-¡Existe!- dijo otro…
-¿Es Francis “The Monster”? ¡Pensé que era un mito!
Hubo murmullos de toda la concurrencia. Incluso había algunos  aliados tradicionales que quedaron impactados por la noticia de que Francis existiera realmente y no fuera una leyenda.
Se decía que apenas en su adolescencia había ideado el plan que resultó en el derribo de las torres gemelas y en la posterior invasión y conquista de Afganistán, zona estratégica para su país. No se descartó su mano en la trampa tendida a Irak en Kuwait, que resultó en la Primera Guerra del Golfo y tampoco se descartó su posterior intervención en la torpe acusación contra el líder de Irak de ese momento  de poseer armas de destrucción masiva, acusación que terminó en el indudable beneficio de conquistar además esa nación tan cara a los intereses de EEUU, por más que de esta invasión no se obtuvieran totalmente los resultados esperados. De ahí en más cada vez que parecía haber una mente fría y espantosamente sin escrúpulos detrás de cualquier medida o situación los especialistas no dejaban de pensar que El Monstruo podía estar detrás, cosas como las revueltas populares en África y Medio Oriente, la frustrada invasión a Irán, las guerrillas por la independencia amazónica, luchas por agua y petróleo y todo suceso de dudoso origen e inspiración.
Obviamente la presencia de Francis no tranquilizó a ninguno de los concurrentes.
El presidente continuó:
-Si ustedes están de acuerdo, Francis irá en nuestra representación y negociará. Tenemos la posibilidad de comunicarnos con los invasores y tenemos disponible una nave que colocará a Francis en la trayectoria de la flota enemiga…
-Pero si logra llegar a un acuerdo… ¿Cómo haremos para cumplir con lo que nos pidan? ¡Es horroroso el pensar en llevar a la práctica tal cosa!
-¡Ni siquiera sabemos si es posible!
-¡Señores, señores, vamos a avanzar paso a paso, pero les aseguro que si hay alguien que puede hacer lo que sea necesario y de la forma necesaria, es nuestro embajador ante los invasores! ¡Tengo plena confianza en sus capacidades y espero que ustedes también la tengan!
Hubo algún comentario de aprobación pero a partir de allí la reunión se fue diluyendo. En forma paralela quedaron de acuerdo en ajustar, por un lado toda la maquinaria militar para el caso de una confrontación y prepararse eventualmente para la guerra de guerrillas… aprovisionando víveres, armas y municiones en lugares escondidos… y por otro intensificar la interpretación de los planos recibidos de los alienígenas y su puesta en práctica…había muchísimo para hacer en realidad, en cualquiera de los dos casos, acordaran o no con los invasores…

Cuando la enorme nave llegó al punto de encuentro Francis y su equipo la estaban esperando.
A medida que comenzaron las comunicaciones con los invasores, que se llamaban a sí mismo “Pueblo Erkhiano” se fue afianzando la confianza de éste y las esperanzas de lograr el éxito en una negociación, que de hecho ya estaba iniciada. Los erkhianos eran prácticos y momentáneamente parecían mostrarse más interesados en negociar que en invadir, sobre todo si se les daba lo que ellos pretendían. Solo faltaba encontrarse y comenzar a cerrar la negociación. No entraré en más detalles sobre el encuentro entre Francis y los erkhianos… basta decir que entró a la enorme nave de los invasores con un contenedor en donde había en suspensión humanos de todas las edades, sexos y etnias, para que los invasores los “examinaran”, aunque también llevaba otros animales, todo tipo de ellos en realidad, productos vegetales y también otros productos como maderas, algunos metales y muestras de nuestras artes, pintura, música… un auténtico embajador. Se retiró luego de cuatro largas horas a su nave, que se mantuvo allí por tres días más, pues hubo una media docena más de entrevistas con varios representantes de los erkhianos. Finalmente la negociación terminó y la pequeña nave regresó a la Tierra. El Francis que volvió a la Tierra parecía otra persona… había encanecido, tenía ojeras y sus ojos, que antes tenían, muy en el fondo, algo de vida, ahora eran dos pozos insondables y oscuros. Daba miedo y también pena. Pero todos sabían que era solo el comienzo.



La segunda reunión fue una semana después del retorno de Francis del encuentro con los invasores, aprovechando una gira que llevó al presidente a varias naciones de África, a China, India y a otros países asiáticos… allí se reunió con varios presidentes y les mostró el plan que Francis y su equipo habían diseñado. Todos los que escucharon el plan quedaron convencidos que el apodo de “The Monster” estaba bien puesto, pues en el plan se incluía la composición exacta de la carga humana de cada nave en sexo, raza y peso promedio de cada categoría basada en la edad… También de donde iban a sacarse los individuos para los viajes, dándole preferencia a los sitios de mayor densidad demográfica, y a los humanos de menor valor para la especie… no podían permitir que un maestro o un médico o cualquier trabajador especializado –como un carpintero, un constructor o un labrador-, por más deseos que tuvieran de viajar al espacio exterior subiera a una de esas naves… no lo iban a permitir… pero había una enorme cantidad de personas, subalimentadas, subempleadas o desempleadas, maleantes, con educación deficiente o sin educación y todo subproducto humano de la espantosa superpoblación y mal manejo del planeta que embarcarían en las naves, incluso si no lo deseaban…


El planeta entero se estremeció con la noticia de que en un laboratorio ultra-secreto de la Nasa se había descubierto la forma, no solo de viajar por el espacio a una velocidad mucho más rápida que la lumínica, tanto que era posible llegar en forma casi instantánea a cualquier lugar del Universo, sino que también habían hallado la forma de hacer meganaves que podían transportar hasta veinte millones de personas en cámaras especiales –de animación suspendida- para el viaje… era el principio del fin del hacinamiento y del hambre en todo el planeta pues sabían de la existencia cierta de por lo menos treinta planetas tipo tierra que podían fácilmente ser colonizados por el hombre. De forma espontánea, millones y millones de personas en todo el mundo saturaron todos los sistemas de entrada de comunicación tanto de la Nasa como de las distintas embajadas de EEUU en todo el mundo. Cuando se comunicó que se pedían voluntarios para la colonización y que se abrían oficinas de una Agencia de Colonización Espacial para recibir las solicitudes en casi todas las ciudades del mundo de más de diez mil habitantes… fueron decenas y decenas de millones los que fueron a tratar de escapar de la difícil vida en la Tierra. Pero la Agencia de Colonización Espacial fue clara… primero embarcarían todos los que estaban viviendo en condiciones infrahumanas… se les sometería a un tratamiento para mejorar su salud, para asegurarse que sobrevivirían al viaje y luego obtendrían los primeros lugares en las meganaves. Ya había más de veinte que se estaban construyendo, decía la agencia, y comenzarían a despegar una cada diez días a partir de los seis meses, desde distintos lugares del planeta…


Ese era el plan… descomprimir demográficamente las regiones críticas, haciendo “viajar” a los que eran menos útiles, a los que difícilmente fueran deseables en el futuro de la especie. Por eso, a pesar de lo monstruoso del mismo, todos los gobiernos involucrados apoyaron casi incondicionalmente la idea y la pusieron en práctica de forma urgente… es que era una buena oportunidad de no solo aliviar el peso terrible del hacinamiento y hambruna en países superpoblados sino también una inmejorable vía de sacarse de encima todos los elementos indeseables… que no quiere decir que fueran los malos… simplemente entre ellos podían estar opositores políticos y todos aquellos que por alguna razón hicieran mérito para enviarlos a las naves. Pero nadie objetaría la selección, pues la cooperación entre las grandes naciones tenía que ser tan estrecha, tan especial, que tenían que actuar más bien como un solo gobierno que como varios… y por esas pequeñeces no iban a correr el riesgo de discutir… ya lograr poner en funcionamiento toda la infraestructura necesaria para hacerle llegar a los erkhianos los cargamentos era un trabajo superlativo… Seleccionar los humanos, trasladarlos hacia los lugares donde se les daría atención médica y se les alimentaría aceleradamente para ponerlos en buena condición física, luego trasladarlos al espacio donde esperaban las enormes naves que supuestamente los llevarían a los planetas a colonizar. Estas naves los trasladaban a un lugar fuera del sistema solar donde las naves invasoras esperaban y traspasaban su carga… luego, ya vaciadas, retornaban a la Tierra y serían nuevamente cargadas… En total se construirían unas diez naves –con ayuda tecnológica erkhiana- que harían sucesivos viajes hacia donde estaban sus naves, aunque en el espacio próximo, en los grandes astilleros espaciales, siempre tendría que existir la actividad suficiente como para cubrir las apariencias. Era un megaplan, al que se conoció como “Colonización”, que requirió una ingeniería humana nunca vista hasta ese momento… y por primera vez todos trabajando juntos en pos de algo… Fue creada una Agencia de Colonización Espacial, que tenía potestades casi absolutas en todo el planeta y estaba integrada por todos los países participantes, aunque a la vez había agencias secretas que controlaban todo lo que estuviera relacionado con el proyecto… los humanos demasiado curiosos eran rápidamente eliminados, periodistas, estadistas, astrónomos profesionales y aficionados que detectaron algunas irregularidades en los movimientos de las naves y en general humanos contrarios al proyecto, todos desaparecían misteriosamente y seguramente había un lugar para ellos en alguna de las naves… ya no era necesario matarlos aquí en la Tierra.

“Colonización” comenzó a funcionar. Eran tan grandes los esfuerzos que se realizaban y tan estrechos los lazos entre los gobiernos involucrados que hubo cambios a nivel planetario… todos los gobiernos se hicieron más fuertes, sobre todo ante las grandes transnacionales y cuando había alguna crisis obtenían el apoyo de los otros gobiernos… finalmente se estaba cerrando filas en algo que era más vital que el dinero, la propia supervivencia de la especie. Decenas y decenas, centenas y centenas de millones de humanos de todas las razas, edades y sexos fueron embarcados hacia el espacio. Hubo países que bajaron su población en un diez, un veinte y hasta en un treinta por ciento. Los sistemas de identificación y calificación de personas habían avanzado a un estado que se superaba día a día… A la vez, se trabajaba febrilmente en el desarrollo de las tecnologías recibidas por las culturas extraterrestres que habían sido invadidas con anterioridad. Y llegó un momento en que se comenzó a fabricar ese armamento y a la vez se comenzaron a desarrollar los métodos para sintetizar todo lo necesario para la alimentación humana, para purificar el aire y el agua, para sustituir con potentes y limpios propulsores todo los motores que se utilizaban en la Tierra. Las naves voladoras se hicieron casi igual de accesibles que los los vehículos que rodaban y comenzaron a reemplazarlos… Con todo esto se fue haciendo más fácil llenar las meganaves… y a medidas que estas iban partiendo el espacio humano dejado eventualmente era llenado por autómatas, cuya fabricación también se había transformado en algo barato y serial…

Esta vez la reunión no era tan secreta… ya no era necesario y cualquiera diría que había optimismo en los presentes… Luego de saludar, el presidente de los EEUU anunció que Francis tenía un estado de situación para presentarles… “The Monster” estaba  tras una mesa en donde se desplegaban varios diagramas digitales… comenzó a hablar…
-Verán, señores, pedimos esta reunión porque creo que se está en una etapa clave en este proyecto… Ya han “viajado” algo más de dos mil millones de personas, por lo que podríamos decir que los apuros demográficos que teníamos ya están solucionados… además gracias a las nuevas tecnologías tenemos ya alimentos abundantes, agua de calidad, una atmósfera más limpia, mejores y más limpias fuentes de energía y por si fuera poco estas tecnologías nos han permitido desarrollar autómatas de todo tipo para cubrir gran parte de las tareas que el hombre desempeñaba hasta ahora… incluso tenemos ejércitos de autómatas prontos para el combate. El planeta, señores, está comenzando a respirar de nuevo… Vuestros gobiernos se han fortalecido, es más, se logró el cogobierno del planeta en los grandes temas de la humanidad… Esto es como estamos ahora… Pero los convoqué para decirles que en un mes estaremos en condiciones de combatir y casi seguro que derrotar a los erkhianos…, por lo menos en este sector del universo. Hemos desarrollado todas las tecnologías de guerra que nos enviaron sus anteriores víctimas y nuestro poder, señores, es –y se rió- hermoso…
-¿En un mes estaremos preparados?-preguntó uno
-En un mes…- dijo Francis- Aunque tengo que decir al respecto, una visión personal quizás… sugeriría seguir por este camino un tiempo más y afianzar su poder político dentro del planeta, sanearlo y prepararse mejor para la guerra y además para todo lo que vendrá…
-¿Para todo lo que vendrá?
-¡La conquista del espacio! ¡La búsqueda de mundos para habitar! ¡La verdadera colonización! ¡Y la guerra! La guerra con los erkhianos comenzará cuando los ataquemos… luego tenemos que continuar hasta vencerlos…
-¿Tenemos que hacerlo?
-¡Claro que tenemos que hacerlo! –exclamó Francis- ¡Necesariamente!
-¡Usted que parecía tan práctico resultó ser un soñador!- le dijo alguien.
-No, señor, no, lamentablemente no soy un soñador, soy muy práctico… luego de hacer todo lo que hicimos tenemos que seguir adelante, necesariamente, y las estrellas son nuestro destino!
Intervino otro -¿Pero es necesario seguir sacrificando humanos a esos monstruos si podemos terminar ya con esto? Ya estamos tocando desde hace meses recursos humanos que necesitamos para nuestras economías…
-Señor… –le contestó Francis- La solución está entre nosotros… utilice las nuevas tecnologías y verá que no tendrá dificultades con la mano de obra… solo preserve y enriquezca todo el capital humano que nos servirá en la colonización… eso es lo importante… educar, formar, fortalecer… a los que partirán a las estrellas y a todos los que vamos a dejar en el planeta cuando nos vayamos… el resto… el resto puede seguir el destino de la antigua “Colonización”…
-¡Usted no tiene escrúpulos, ni moral, ni… nada!
-¿Y usted? ¡Ja,Ja! ¡Aprovechen este tiempo, consoliden su poder, pónganle el pie encima definitivamente a las grandes compañías que no ven por la humanidad sino por sus acciones en las bolsas, destrúyanlas si hay que destruirlas, háganse fuertes…! ¡Prepárense para las estrellas señores! ¡Están ahí, al alcance de nuestra mano!

Quince meses después de esta reunión, las naves erkhianas estacionadas fuera del sistema solar que esperaban sus cargas fueron destruidas y comenzó la guerra, que duraría por muchos años… Pasó bastante tiempo para que los humanos ,que ya se llamaban Federación, que habían conocido varias especies alienígenas, que ya habían colonizado numerosos planetas y que habían establecido rutas de comercio e intercambio entre todos estos mundos, tomaran Erkh, el planeta original erkhiano. Pero las guerras continuaron, con los sobrevivientes erkhianos y con otras especies… había guerrillas constantes, surgieron alianzas enemigas, algunas muy poderosas, como La Liga Azul, por ejemplo… sin contar las rebeliones y revueltas ocasionadas por los propios humanos en los planetas ya colonizados… nunca hubo verdadera paz en el camino de la humanidad…
-¡Eso es lo que con el paso de los años me hace sentir cada vez más triste y deprimido! –se dijo el anciano- Todo lo que hice lo hice convencido de que había un fin, un objetivo… en todo caso defender a mi nación primero y luego a toda la especie humana… pero al final de todo esto había llegado a soñar con un futuro mejor, en donde no hubiera guerras ni hambre, ni rebeliones, ni muertes inútiles, ni atentados, ni comandos de todo tipo buscándome por todo el universo para cobrarse vaya a saber que deudas pasadas o futuras… y nada podía hacer ahora, el ya no era más que un espectador en todo esto, ya no tenía más energías que para seguir asesinando seres –humanos y no humanos- con su prestigiosa y despiadada agencia… ya no tenía más elección que seguir por ese camino… ¡Ay, los humanos!- se dijo- ¡Que especie maldita! Recordaba en su juventud, cuando había leído sobre quienes soñaban con el despertar de la conciencia humana, con la armonía de todos los seres, con un nivel superior de conocimiento, con el futuro esplendoroso de la especie… ¡Estupideces! ¡Sueños! ¡Utopías! Ahora, con todo para poder vivir sin guerras, con todo disponible para poder alimentar a toda la humanidad, con la tecnología para vivir y prosperar sin pasar hambre ni carestías, era casi peor que antes… ¡Era peor ahora que antes! Era en la actualidad cuando más guerras había, cuando más difundido estaba el mal de la disconformidad y todo esto no parecía tener fin… no creía que fuera a detenerse, por lo menos no por los próximos cien o doscientos años… Esa era la parte de la historia que no le gustaba…¡Qué camino de muerte! ¡Qué rastros de pena, lágrimas, injusticias y sangre! El, siendo el monstruo que era –pues lo reconocía- también había soñado con un final feliz…


Ya estaba bien entrada la mañana cuando el anciano percibió que había alguien a su lado… su nieto lo miraba intensamente…
-Otra vez te has quedado totalmente perdido en el paisaje…
-Otra vez, si… -dijo sonriendo… sonriendo sin ganas…sentía sobre su espalda una historia de muertes, de guerras, de asesinatos en masa... -¿Cómo pasaste la noche? ¡Has dormido hasta tarde!
-¡Si, fue excelente! ¡Las chicas son maravillosas!
Esta es nuestra historia, no hemos podido todavía deshacernos del legado de muerte que nos rodea como especie… muchos pensábamos que con el avance tecnológico terminaría… pero no, ha sido peor, mejores armas, más intereses para defender, más recursos por los que luchar, más amenazas visibles o potenciales… ¡Esto es de nunca acabar! –¡Me alegro que te hayan gustado las chicas! ¿Ya desayunaste?
-No, no todavía… estuve intentando conectarme con los amigos que me pasaron la información que hablaba de ti… no me contestan… quizás pasó algo en su mundo…
-¡Ah! Si, puede ser que hayan tenido algún inconveniente, algún fallo en las comunicaciones, nunca se sabe… ¿En qué planeta están?
-No puedo decírtelo, abuelo, pues quizás se lo comuniques a las autoridades y ellos, bueno, los encarcelen… no quiero eso, son mis amigos… además lo único que hacen es difundir la información, ni siquiera creo que estén de acuerdo con ella…
Francis suspiró, mientras pensaba que a esa hora seguramente todos esos amigos de su nieto estarían o  muertos o interrogados hasta las últimas consecuencias y sus agentes estarían buscando hasta en las más escondidos valles de todas las colonias los que habían “inventado” esa información…
-Está bien, querido, ven siéntate que te traerán el desayuno aquí… yo podría tomar una taza más de café… y no te preocupes por tus amigos, seguramente estarán bien…
Largo camino de muerte para nuestra especie, pensó Francis, “The Monster”, y aunque estemos cansados hay que seguirlo, no hay marcha atrás… Y le sucedía con la vejez –tendría que ser por eso- que  a veces, solo a veces, como ahora, le daban ganas de echarse a llorar… si supiera cómo.
                                FIN        

sábado, 7 de mayo de 2011

SEGISMUNDA

Este cuento fue inicialmente publicado en una antología en el año 1990. Como quería aquí incluirlo le hice algunos pequeños cambios, casi imperceptibles. Se lo quiero dedicar a Ceci, quien no cree en la ciencia ficción y menos en el tecno fantasy.

SEGISMUNDA

Aunque hace bastante que los asuntos de los hombres cesaron de importunarme, por mucho tiempo me pregunté si existiría alguno de ellos interesado en escuchar mi historia. Resolví finalmente darla a conocer, pues siempre hay alguien capaz de sacar moraleja de cualquier episodio o serie de ellos, por extraños que parezcan. A manera de introducción aclaro que este es un clasiconotanclasiconadaquever cuento de hadas, donde interviene un humano, un gallo, algunos duendes, mi reloj pulsera, una caja, un almanaque, una mesa mágica y obviamente…un hada.

Cuesta mucho recurrir a una memoria cada vez más escasa, más difusa, más lejana… algo recuerdo…
Ese día el gallo sonó a las cuatro de la mañana. No era sorprendente pues + - 10 minutos siempre sonaba a esa hora. Era un buen gallo. Parecía un buen día. El almanaque indicaba que sería soleado, con una máxima de 31 grados 4 décimas y una mínima de 17 grados con 8 décimas. Aclaraba que vería 23 nubes y... bueno, la cantidad de nubes que vería ese día no era lo más importante… lo más importante de ese día era que me harían un obsequio.
Luego sucedió algo que me disgusta recordar: el gallo se descompuso. Sonaba cada quince minutos -algo que de ninguna forma podía permitir-por lo que tomé la resortera y le asesté un contundente disuasivo. Pérdida de conocimiento -manifestación quizás de hemorragia interna-, shock… El gallo se murió. Mi reloj pulsera me lo recriminó ásperamente… pero le expliqué que mi puntería es pésima y que jamás pensé que iba a hacer blanco…
¿Se dan cuenta? El día, que prometía ser estupendo ya no presagiaba nada bueno, ya sin gallo, con las manecillas de mi reloj girando pero con desgano, llenas de enojo…para ese entonces no estaba tan seguro de que esa jornada fuera la indicada para que me llegara el esperado regalo. Además hacía ya unos días que estaba en conflicto con los tiempos circundantes… comenzamos disgustándonos levemente, por una nimiedad, como la mayoría de los conflictos, pero luego fue levantando temperatura, el ambiente se fue caldeando y finalmente terminamos duramente enfrentados. Temía que ellos no dejaran pasar mi regalo, pues son obcecados, tercos y cuando están de malas, intratables…
Finalmente fabriqué una pequeña distracción para que en el instante en que llegara mi obsequio, los tiempos circundantes estuvieran con su atención en otro lugar. Y tuve éxito, pues este llegó sin contratiempos a mi covacha-laboratorio. Una caja. Cuando la abrí saltó una tarjeta en la que decía simplemente: No se lava ni se plancha. Mesa de fabricar maravillas. Definición infinita de límites mágicos que no existen. Carcajadas de bruma cuando al amanecer asomo mi nariz al mar. Insólita irrupción de la no-realidad en el ahora. Decía muchas cosas más esa tarjeta pero… ¿En realidad fabricaría maravillas?
La coloqué en el centro de mi sala de estar y la activé, no sin cierto recelo pues no parecía una mueble muy fuera de lo común, excepto la placa que la cubría, su cabeza, la superficie que serviría para apoyar cosas si fuera una mesa común y corriente y que onduló levemente cuando presioné el on.
Luego de las presentaciones de rigor le pregunté a Segismunda –pues así se llama la mesa mágica, aunque para los íntimos es "Segi"- en que podría complacerme. Pronto averigué que sus posibilidades eran espeluznantes. No tenía límites. Mientras escuchaba sus posibilidades pensé que algo así no tendría que existir… eran demasiadas puertas a los deseos, demasiadas posibilidades, demasiados “Sí, claro” para otros tantos deseos…
Siempre soñé con poseer cosas que muchos ni siquiera se atrevieron a imaginar y mis estudios han revelado mundos jamás explorados y que asoman a veces alguna arista aquí o allá, sorprendiéndonos con sus rarezas. Pero no soy un fenómeno… simplemente le pedí -dando por supuesto su buen gusto- un nuevo mobiliario para mi Covacha-Laboratorio.
Allí empezó realmente la aventura, pues de pronto me encontré viviendo en un lugar estupendo, lleno de objetos -o seres- de todos los tiempos, de muchas realidades y de distintos lugares.
Luego de apreciar los resultados obtenidos por Segi, planeé pedirle me resolviera un problema que me preocupaba desde hacia largo tiempo: la soledad. ¿De que sirve una Covalab preciosa, producto de la más alta tecnología, si estaba solo? Cuando era pequeñito tuve un hermoso licántropo de compañero de juegos.Era un tanto arriesgado jugar con él pues aunque éramos de la misma edad me cuadruplicaba en tamaño -crecen muy rápidamente-. Pero a pesar de esa diferencia y de que a veces llevaba algún soberano golpe nos divertíamos mucho, hasta que cierta vez y a pesar de mis advertencias se comió un gnomo venenoso, lo que le causó la muerte… y quedé nuevamente solo.
Segi, recibidas mis instrucciones, comenzó a desfilar ante mí posibles amigos, seres que pudieran entretenerme, con quienes poder discutir las ventajas y las inconveniencias de ser un tipo huraño. La más variada gama de humanos, seudo-humanos y otros entes -algunos indescriptibles- pasaban ante mis esperanzados ojos. Cabe agregar que fui yo mismo quien suspendió la procesión, pues estaba cansado y deseaba meditar más profundamente mis propósitos.
Fué entonces que caminando por el bosque concentrado en mis pensamientos, sin dar demasiada importancia a la algarabía de sus alados moradores, ni a los aletazos de luz que al compás del viento me manchaban, fui sobresaltado por algo que cayó apenas delante de mis pies. Agradecí a la Providencia que tal artefacto no me hubiera aplastado la cabeza y a continuación tomé lo que parecía ser un álbum de retratos. Nunca había siquiera imaginado que existiera tal cosa  -aunque sin duda existía, pues no era una alucinación lo que tenía entre mis manos -. Hojas y hojas de hermosos pergaminos cubiertos con retratos de las entidades voladoras del bosque ­¡Qué notable! Visto que nadie venía a reclamarme el volumen y como estaba ansioso de contemplarlo, me senté en el lugar menos húmedo que pude encontrar  y comencé a examinarle inmediatamente. Las hadas son hermosas y siempre me habían agradado su fragilidad, su pureza, su grácil simpatía. Una página al óleo confeccionada con gran pericia, me sacudió las entrañas. Era Ella. Corrí hacia mi Covalab a mostrarle mi hallazgo a Segi, pues finalmente ahora tenía un pedido que parecía valer la pena.
-¡Quiero a Nindarunii!- le dije, al tiempo que mostraba la imagen. No respondió en absoluto, pero adiviné una pronta noticia. A los pocos minutos una voz tembló dentro de mi cabeza: "Ya la he traído, apúrate pues desea irse".
-¡Eso sí que no!-pensé y fui a su encuentro.
El ser de la ilustración nada tenía que ver con el original. Este era limpio, fresco, esbozaba una sonrisa -me refiero al dibujo-. El que tenía ante mí estaba desgreñado, sus cabellos sucios, llenos de hojas y ramitas. Todo su cuerpo -incluyendo el rostro- era un mapa polvoriento con salpicones de barro por doquier. Lo único agradable a la vista era un collar de flores silvestres que daba tres vueltas a su cuello.
Enojado -me sentía burlado- aunque no tanto como ella, pregunté -¿Tú eres ésta?
Afinó su mirada, escupió a mis pies, con gran delicadeza debo aclarar y respondió: -¿Quién más podría ser? ¡Zapallo con patas!
 Le contesté rápidamente –Chica, no malgastes tus insultos, pues tendrás oportunidad de usarlos todos y quizás más -y dije a la mesa- ¡Quiero algo como esto, no como eso!- señalando el  álbum y a continuación a Ella- ¡Así que a la ducha! ¡Déjala reluciente como una moneda de oro recién acuñada!
-¡Cerdo apestoso!¡Excremento de rana!¡Trolón empedernido!¡La pagarás!
Su hermosa voz se perdió en los pasillos de mi Covacha-Laboratorio.
Estaba impresionado. Jamás pensé que las dóciles y afables hadas resultaran -o por lo menos ésta resultara- criaturas tan salvajes.
Cuando la ví nuevamente era casi la damisela del retrato. La diferencia con la Nindarunii del libro era que seguía insultándome al parecer sin ningún cargo de conciencia -quizás ni siquiera tenga conciencia-. Cuando al fin detuvo su lengua, le dije -¡Hola!- con la mejor de mis sonrisas. Ella simplemente replicó -¡Estúpido!-
-Me encanta la forma en que me insultas ¿Puedo saber por qué estabas tan, bueno, tan cubierta de hojas, ramas y polvo? ¿Es que no existe el jabón en tu mágico país?
-¡Pero que idiota! ¿Por qué siempre me tocan los tarados?
-¿Es que has conocido a alguien como yo?
- Claro, listín, tuve un sapo como mascota y era casi, casi, tan estúpido como tú…bueno, tenía la ventaja de que no hablaba.
-¿No se agotó todavía tu recetario de blasfemias, chica bonita?
-¡Si tuviera en mis manos un guijarro te vaciaría un ojo,  pinche putito hablador! -Recordé al gallo y le dije -No es justo que estés tan enojada conmigo, no te he hecho mal alguno-
-¡Interrumpiste un ceremonial, pajero genético!-
­¡Ja!¡No me digas?¿El ceremonial de La Gran Mugre?-
-¿Es que no entiendes lo que es una ceremonia? O peor todavía…¿crees que todas nosotras lucimos como nos ves en ese libro todo el tiempo? ¡Dime por favor si es así porque me parece algo difícil de creer! ¿O estoy equivocada?
-Esteeee,bueno… Cambiemos de tema…¿Por qué eres tan violenta? Te imaginaba distinta, dulce, comprensiva, en cambio ni siquiera pareces algo femenino, tu vocabulario deja mucho que desear... aunque convengamos que a pesar de todo eres muy hermosa ¿Sabes?
-No te creo- contestó, mientras movía sus alitas multicolores.
-Te quiero- agregué intrigado por ese movimiento nervioso.
-No me agrada que me mientan- dijo ella.
-¿Te mentí alguna vez?-
-¡Me tienes prisionera, libérame!
-¡Imposible!¡Sin ti no valgo nada!
-¡Maldito humano!¡Todos son iguales, egoístas y dañinos!
-¿Sabes? ¡Eres peor que mi ex-suegra!- agrio insulto reservado a seres inaguantables-. Palideció y calló, por suerte.
A pesar de que nunca me habían insultado tanto en tan breve lapso, estoy enamorado. Hay algo en ella que... ¡no sé! ¡Si me correspondiera! Quizás si le hago algunos regalos ... ­podría darle agradables sorpresas
-¿Qué cosas te gustaría recibir? -le pregunté.
-¡Mi libertad!¡Tus brazos cortados a la altura de los codos, tu cuero cabelludo y benefíciame con tu testamento, nada más! -terminó sonriendo por primera vez desde que la conocía.
-¡Eres encantadora! ¡Cuando sonríes el resplandor de las H se averguenza! -logré que se sonrojara un poquito- Por otra de tus sonrisas conseguiría para ti un castillo en Zeus-Júpiter y por mi amor correspondido ...
-¡Porqué no te mueres! ¡Ya!- cortó así uno de mis más emocionantes discursos -me emociono mucho con ellos- y una pequeñísima lágrima rodó por mi mejilla ¡Ella la vio!
-¡Tan grande y llorando!¡Me das lástima!
-¿Solo eso? –respondí esperanzado.
-Solamente- y dio vuelta la cara.
Así terminó otro round. Estas conversaciones, intercambios de grisultos   -insultos a voz en cuello- todo condimentado con mis románticas florecillas, estaban terminando con mi ya de antemano escasa salud mental. Sin embargo, la quería cada día más.
Retazos de noche. Cielo plomizo escurrido de mi mesa de fabricar maravillas, canto de cardenal, escarceos amorosos de venados bajo su mirada, claro de bosque sombrío a veces golpeado por aguas de luna. Ella es eso y mucho más.
Ritos de iniciación solar, claveles y rosas envueltas en tela de rocío, intrincado cruce de rutas que van para aquí o para allá  o a ningún lado, labios extraños y fascinantes, beso tierno y volátil. Eso y mucho más. Y poco a poco la iba convenciendo
-Escucha, no ronco mientras duermo y cocino bastante bien, ¿qué más puedes pedir?
-¡Suéltame! ¡Prisionera me marchitaré, caerán mis pétalos, mis hojas se pondrán grises y se arrugará mi tallo! ¡Déjame ir!
- Ya te he dicho que no puedes marcharte. Tú necesitas la libertad, yo te necesito a ti.
-Entonces ven conmigo, prefiero eso a morir aquí encerrada y soportándote de todos modos.
-¿Aceptarías llevarme contigo?- La miré boquiabierto pues no podía creerlo.
-¡Pero no lo haré por tu linda cara, ultra lento! ¿Es que no entiendes, so estúpido? Si sigo aquí moriré dentro de poco tiempo-
- Está  bien, está  bien - He aquí una oportunidad que no debía desperdiciar, lo importante era estar con ella, todo lo demás era secundario.
Así que otra vez necesito de la mesa mágica. Algunos creen que es el mensaje último de alguna civilización ya extinguida, otros que es un conjuro liberado que recitó a su vez ciertas fórmulas, otros afirman que no existe ya que solo es ilusión y yo opino que es una mesa que fabrica maravillas y con eso me basta.
Entre nosotros, la chusma dice que fué engendrada en coitos aborrecibles entre un ciberdragón y un duendecillo homosexual ¡Pero son burradas!
Aunque Segi no es excesivamente romántica, pareció entender la situación.
En Segismunda tenía la única oportunidad de estar con Ella y viva. Luego de un cierto ceremonial, que incluyó verificar mi grupo sanguíneo y un sondeo de mi estado sanitario, me ordenó colocarme junto a ella y posar mis manos sobre su superficie de plata -lago de los que parece imposible- y sentí que poco a poco  iba perdiendo la pesadez de mis miembros, mis huesos se hacían más livianos, mi cuerpo más pequeño y lentamente, muy lentamente, las alas comenzaron a crecer en mi espalda.

Cuando casualmente miré mi entrepierna -en el espejo del comedor- observé que algo faltaba. Alarmado reclamé a la mesa mágica por tal catastrófico olvido.
 -Lamento que lo hayas advertido tarde -respondió- pero es que los seres voladores del bosque son invariablemente femeninos
-¿Pero ahora que hago?-pregunté exasperado.
-¿Estás con ella, no?
-Pues. . .

                                                               FIN

P.D.: Hoy día, aunque nos critican mucho, somos un par de alegres lesbianas.



martes, 22 de febrero de 2011

UN VIEJO NO TAN VIEJO

Primero, las disculpas por la demora en subir cuentos... arranqué nuevo laburo, estoy reorganizando vida y horarios y estoy recién comenzando a crear nuevamente. Este cuento es una remake del cuento del mismo nombre publicado en la primera Diáspar, la del año 1989 . A pesar de que fué traducido y  publicado en un fanzine en Italia un año después nunca me gustó como había tratado la idea... Ahora me complace algo más... Lo terminé hace unos minutos. Espero les guste:

                                   UN VIEJO NO TAN VIEJO

¡Al fin voy a dar el paso que estoy seguro todos estábamos necesitando! Las manos me temblaban cuando las aproximé al broche magnetizado que sostenía mi pantalón, preparándome para dejarlo caer y decenas de cámaras transmitirían online lo que yo quería mostrarle al mundo.

¿Acaso está loco?-le dijeron, le gritaron, le pasearon por su cara “¿Está pasado de anti-depresivos? ¿Abusa de los medicamentos para reconfortar el espíritu? ¿Está alucinando? ¿O delirando? ¿Está seguro de lo que quiere hacer?” y eso fue lo más amable que le dijeron todos aquellos ya de cierta edad a los que les había comentado su idea, lo que había hecho o lo que iba a hacer.
No sabía como hacerles ver,  como explicarles todas las vivencias que lo habían llevado a tomar esa decisión. -Sí, estoy seguro, muy seguro!!!- atinó solamente a decir el anciano.
Su médico personal también le dijo cuando fue a comentarle su decisión y averiguar si su salud soportaría tal cambio –¡No puedo creer que hagas esto!
Y el contestó –¿No crees que los jóvenes merecen un gesto de conciliación, un gesto de buena voluntad?
-¡No creo que estos jóvenes se merezcan nada y menos lo que tú vas a hacer!
-Explícame que tienen de extraño estos jóvenes…¿Qué tienen que no tuviéramos nosotros cuando jóvenes? También teníamos nuestras fallas...¡Los errores que cometíamos!
-¿Pero te das cuenta de lo que estás diciendo?¡Los estás defendiendo!¿Dónde fue a parar tu educación?¿Y tus buenas costumbres?
-¿Y qué me dices de nuestros mayores? Ellos reaccionaban igual que los que ahora somos Los Viejos ante los cambios en las costumbres, en la moral y en valores que siempre fueron más apariencia que corazón ¡Pero yo no voy a ser como todos! ¡Voy a tratar de entenderlos, aprenderé a ser nuevamente joven!¡Resucitaré aquellos años ya casi perdidos en esta…, si… esta especie de bruma nacida de mi edad! Buscaré aconsejar, pero no como aconsejan todos los viejos ¡Cómo me molestaban esos consejos! Cuando decían: “¡He vivido mucho más que tú!”, “¡Esto ya lo pasé!”, “¡Con todo lo que he vivido cómo no voy a tener razón!” y tantas argumentaciones por el estilo. Y uno, que naturalmente tenía muchas dudas, que claro está no eran debidamente satisfechas porque la mayor experiencia parecía suficiente razón solamente para Los Viejos –no para nosotros, los interesados- elegía el camino que nos parecía más digno –si era el más razonable o el más fácil era algo secundario- e íbamos a buscar nuestra propia experiencia. Los años pasaron, las vivencias fueron llegando y quizás también algo de saber. Aprendimos muchas cosas y desaprendimos otras... aprendimos a no caer cuando tropezábamos, a escuchar consejos, sopesándolos sin prejuicios y aceptando los más convenientes; desaprendimos, entre otras cosas, a ser frescos y felices.¡Cómo añoro esos tiempos en que era tan sencillo ser feliz!¡Éramos felices con un atardecer, con una sonrisa, con saberse vivos y participando del mundo! Escribimos en las paredes cosas como “Rebeldes hoy, mañana soportaremos rebeldías”, o “Nosotros somos los viejos intransigentes del futuro” ¿Y ahora...? Ahora todo parece ser como siempre, como estaba escrito que tenía que ser… las personas a medida que crecemos y envejecemos nos vamos tornando irreversiblemente  conservadoras…
¡Pero yo soy distinto! ¡Y lo estoy demostrando con esto que estoy intentando hacer! ¡Y con lo que hice!
Aunque debo decir que me costó mucho dar este paso…¡Es que hemos cambiado tanto!¡Si, la sociedad, la civilización…! ¡Cómo hemos cambiado! Cuando yo era niño, e incluso adolescente, todavía al sexo lo mirábamos como algo en cierta forma tabú, aunque ya se estaba comenzando a liberalizar el concepto…en los últimos años los niños pre-adolescentes, los adolescentes, los jóvenes y también muchos adultos rompieron las barreras que hacían que el sexo fuera algo para hablar en voz baja, para practicarlo a escondidas, para hacerlo a espaldas de los padres…el sexo se asimiló como un componente más de nuestra cultura, como salir a correr, como bailar, y no solo el sexo varón-mujer, sino también el homosexualismo y el bisexualismo… la humanidad de más pequeña edad se liberó de todas esas cadenas y asimilaron sus deseos, sus instintos o sus fantasías como parte de su cultura, como parte de su vida…
Y fue entonces que llegaron Ellos, los extraterrestres. Fue un suceso en todo sentido, por el enorme significado de un contacto pleno como fue éste –o casi pleno, diríamos, porque seguramente compartieron lo que ellos pensaban que nosotros necesitábamos- y porque aunque eran una civilización más avanzada que la nuestra  no hacía muchos siglos que habían tenido los mismos problemas que nosotros en su planeta, de sobreexplotación de los recursos naturales, de contaminación, de trastornos del clima ocasionados por sus actividades, de falta de alimentos, de superpoblación… y aquí estaban, habiendo ya colonizado varios planetas y con un mundo natal ya casi recuperado. De ahí su simpatía con los humanos. Ellos ya habían pasado por muchos de los problemas que tenían en la Tierra. Ante representantes de todas las naciones dieron recetas para energía abundante y limpia. También fórmulas para reconvertir los residuos que resultaban de todas nuestras actividades en compuestos que pudieran reutilizarse rápidamente -incluso en alimentos sintéticos- reconversión que no traía ningún riesgo para el medio ambiente u otras actividades. También tenían tecnología para acelerar cultivos y crecimientos de cualquier ser vivo, pero ante todo introdujeron un nuevo concepto, que revolucionó realmente nuestra vida… la síntesis de alimentos, y la posibilidad real de alimentarnos sin tener que matar otros seres vivos. Es cierto que esto último demoró mucho tiempo en ser llevado a la práctica, pero nos enseñaron como hacerlo rápida y eficientemente, de forma que reconfigurando estructuras moleculares se disponía rápidamente de alimentos de varios sabores y texturas. Nos abrieron además las puertas para los viajes espaciales de larga distancia, pues ellos sí utilizaban algo que solo nuestros teóricos habían previsto… Ellos eran capaces de fabricar y de utilizar los plegamientos espaciales que hacían que distancias de varios años luz pudieran hacerse en horas. Así pudimos comenzar a pensar en la búsqueda de otros planetas y en aliviar un poco el peso demográfico de éste. Sobre nuestro crecimiento poblacional también influyeron, directa e indirectamente, pues al haber energía y alimentos y también agua –que también podía sintetizarse- en más abundancia, se llegó a más población con campañas de información y también con anticonceptivos –algunos dicen que en los alimentos- que hicieron que finalmente se parara de crecer. La mayoría de estos aportes fueron supervisados por extraterrestres y resultaron bienvenidos por una simple razón: la situación en el planeta se estaba tornando insostenible. Solo por eso no hubo demasiada resistencia a estos cambios y cuando la hubo se anuló por los propios humanos. Muchas trasnacionales quebraron pero hubo también muchas que se adaptaron a las innovaciones y comenzaron a hacer negocio con estos cambios, abriéndose también una nueva etapa para todas estas compañías que tanto mal le habían hecho al planeta con su afán suicida de ganancias financieras.
Pero los cambios no terminaron aquí. Era grande la empatía que existía entre los extraterrestres y nosotros y no puede negarse que nos parecíamos mucho culturalmente o, dicho de otra forma, que ellos en algún momento de su historia habían tenido una cultura similar a la nuestra. Por eso hubo también una invasión –no tengo otra palabra- de muchos de sus rasgos culturales, como música, plástica, danza, artes audiovisuales, forma de vestirse –incluyendo materiales para confeccionar vestimenta- y otros componentes. Fue un cambio, realmente…Comenzó lentamente, con algunos sectores y lugares de vanguardia pero pronto todo eso se fue asimilando como nuestro. Aunque faltaba algo… Ellos eran hermafroditas, lo que hablando en castellano llano significa que funcionaban como machos o como hembras y quizás las dos cosas a la vez…Eran así y siempre lo habían sido, no por elección, así era su naturaleza. Pero nuestros adolescentes no lo vieron así…Les pareció algo fenomenal ser las dos cosas, machos y hembras en un solo paquete ¡Barbaridad! Y hubo sectores de los extraterrestres, sobre todo los más liberales, los vinculados a las artes sobre todo, que no vieron objeción en proporcionarles los elementos tecnológicos suficientes para colocar implantes en quien quisiera…implantes masculinos en hembras y femeninos en machos. Al principio fueron pocos, algunos, luego se fue convirtiendo en moda, en lo último, en lo más fashion… ¡era ultra-cool ser hermafrodita!… ¡Y se convirtió en epidemia!
Y ahí comenzaron los problemas. Cuando una sociedad es sometida a muchos cambios en poco tiempo –diez años desde la llegada de los extraterrestres- siempre hay reacciones negativas, pero se venían tolerando y soslayando bastante bien. Alguna protesta aquí, otra allá, alguna marcha, pero he aquí que como los más revoltosos y violentos siempre eran los más jóvenes y estos no tenían de que quejarse, eran los mayores quienes lo hacían, pero con cierta cautela, con calma…Pero cuando lo que ellos llamaban despectivamente La Enfermedad Hermafrodita –y utilizo aquí el término más suave utilizado- comenzó a circular dentro de las grandes ciudades, llegando a todos los jóvenes y a dentro de sus hogares, se rompieron sus barreras internas y salieron a las calles a protestar, a romper vidrieras, a quemar vehículos y a golpear policías… Se hubiera terminado ahí si los jóvenes no hubieran pensado que ellos tenían derecho a hacer con su sexualidad lo que les viniera en gana y no hubieran salido a manifestarlo… Así hubieron verdaderas batallas campales, con muchos muertos y muchos heridos y muchos daños. A esos sucesos se les llamó Los Grandes Disturbios.
Sucedió que cuando lo peor de Los Grandes Disturbios pasó, los humanos estaban divididos. Un importante sector de la sociedad, de edad madura, no quería ni siquiera dialogar sobre esto que había llegado para instalarse en nuestra civilización. La Enfermedad para algunos, La Peste para otros… ganaba adeptos a una velocidad envidiable. Las unidades de cirugía automáticas que los extraterrestres habían instalado en varios lugares del mundo trabajaban a un ritmo envidiable. Millones de personas, la mayoría jóvenes habían elegido transformarse… y de la misma manera que los mayores de cincuenta miraban horrorizados lo que estaba sucediendo, los más jóvenes cada vez menos atendían la opinión de los mayores, en todo sentido. Aquí estaba la verdadera enfermedad y la triste consecuencia de la liberalidad… una sociedad dividida, una civilización fracturada…
Pero no todos pensamos igual que los beligerantes, ya sean jóvenes o viejos…¡Claro que no! ¡Es mucho más importante reconstruir la sociedad, la civilización y el futuro que una diferente visión de la sexualidad! Por eso me decidí a hacer lo que hice.

Era necesario un gesto de buena voluntad, y un gesto que fuera debidamente publicitado y divulgado a nivel mundial. Estaba claro que  no iba a hacer esto solamente para demostrarle a unos pocos que el entendimiento podía lograrse, que no era tan horroroso el cambio… había frente a mí muchos medios de prensa y también varias organizaciones habían acudido a mi aviso en la red… Estaba seguro que lo que allí pasara llegaría hasta el último rincón del planeta en pocos segundos.
Había preparado un sencillo y corto discurso. Entre otras cosas dije: “Estoy cansado de que se discrimine a los jóvenes, estoy cansado de que la sexualidad condicione que los aceptemos o no como nuestros sucesores, como nuestros iguales… y  espero me consideren desde hoy y desde mi ancianidad, embajador y mediador entre jóvenes y viejos, entre liberales y conservadores… A los jóvenes les digo que no está bien que rechacen todo nuestro acervo, todo lo viejo, todo lo de antes… no podemos rechazar nuestra identidad… Y no son solo palabras, tengo ya ochenta años de edad… y estoy aquí para ofrecer un gesto de buena voluntad…”
Mis manos soltaron finalmente el broche magnético y mis pantalones cayeron al piso. Lo que quería que se viera quedó allí, a la vista de todos… Y todos los jóvenes que allí estaban aplaudieron estrepitosamente -los humanos mayores lo hicieron pero más reservadamente- pues seguía siendo un viejo, un anciano sí, pero ahora tan hermafrodita como ellos.
Cuando me vestí nuevamente ya no me trataban igual. Me trataban con respeto y escuchaban cuando tenía algo que decir. Fui entrevistado, las vistas en la red llegaron a millones en pocos minutos y no cesaban de llegar felicitaciones y buenos deseos… En pocas horas programé para el día siguiente varias entrevistas con parlamentarios y miembros relevantes de las comunidades de jóvenes. Pero lo que más me emocionó fue el tratamiento que me daban en la calle, los jóvenes me saludaban, se sacaban fotografías conmigo y me hablaban y trataban no como un viejo, sino como uno más de ellos… Mientras llevaba mis ochenta años hasta la puerta de mi casa pensé sonriendo: “La vida sigue y yo… ya  no soy tan viejo”

                                                       FIN