Queridos amigos y amigas, reapareciendo en un mundo cada vez más a tono con la ciencia ficción... Por la ciencia ficción y la fantasía!!! Es un secreto, pero nunca me fuí... Aquí estaré: pablodaniel.gandalf@gmail.com... Un gran abrazo!!!


sábado, 13 de noviembre de 2010

EL JUEGO DEL HOMBRE

Este cuento se lo quiero dedicar a Liz...y a todos los hermanos mexicanos que están sufriendo la desenfrenada violencia del narcotráfico...es un cuento viejo, está ya publicado y también puede hacer reír, pero nos deja reflexionando...¿porqué seremos tan violentos?¿por qué no le damos a la vida la importancia que tiene?



­ ¡Qué la Gran Disrupción Magnética castigue a los H39! Los H39, a quienes llamamos también robots juguetones, desde hace cierto tiempo tienen la sucia manía de destrozar los tanques donde guardamos los últimos humanos y de desarmar los cuerpos, supongo que para ver como funcionan. ¡Si yo lo supiera! Estoy seguro de que el día que descubran su funcionamiento dejarán de molestar. Pero mientras tanto rompen tanques, desarman humanos y roban partes… ¡Y eso hace que me suba la presión fluídica hasta los planetas exteriores!
¡Ahí va uno! ¡Agárrenlo! ¡Huyendo con un brazo! ¡Chatarra inmunda! ¡Y se aferra a él como si en eso le fuera la energía de todo un milenio! ¡Basta! ¡Devuelve ese miembro o serás castigado! Lo peor es que rompieron ya un 20% de los depósitos… ¡Infames! No es que me importen muchos los seres que hay en ellos, pero estoy para custodiarlos ¿no? Ya sé, los H39 dicen que no es nada personal, se disculpan enviando cartas, arreglos florales –hermosos por cierto-, placas conmemorativas, comisiones, embajadas, pero todo es un fiasco…  lo siguen haciendo… ¡Revientan contenedores con una velocidad envidiable!
¿Qué los impulsará  realmente a robar a los últimos humanos? Pedazo a pedazo, claro, pues rompen un tanque -afortunadamente son individuales- y roban una pierna, otro tanque, una cabeza, otro, un estómago, y así... ­ ¡y no se aburren del juego!

Me trajeron una noticia que llena de pavor: han visto por los corredores interiores una especie de humano que parece haber sido hecho con los pedazos que han venido recolectando, un monstruo que camina y grita y gesticula y todo eso...
Creo que sé quienes son los culpables y además creo saber como castigarlos… ¡No! ¡No soy una vieja lata cascarrabias! Es que el reglamento es muy claro:”Los últimos humanos permanecerán prisioneros en animación suspendida hasta que se descubra la manera de curarles la enfermedad. Cuando eso se logre se les liberará  y volverán a ser lo que antes fueron.” Bajo nuestra supervisión, claro.

A muchos días de haber dado la orden de capturar al engendro, los HN38, artefactos de búsqueda y los H555, artefactos de captura, lo trajeron ante mí.
Era un detestable acople de partes de la anatomía de muchos otros humanos, ahora definitivamente muertos. Pero este vivía ¿Cómo? ¡No lo sé!
Cuando lo tuve frente a mí, no pude menos de impresionarme por la capacidad de los H39 para ensamblar todo aquel ser y además darle la vida. Su apariencia era indescriptible, pues aunque el ensamblaje era sin duda funcional distaba mucho de ser perfecto…lucía enormes costurones hechos con hilos de misterioso origen, pegotes con cremas de mecanofusión –que no sé porqué funcionaban en esos tejidos- y dos miembros inferiores que indudablemente no procedían de individuos de la misma estatura. Al parecer no habían juzgado necesarias dos miembros superiores porque solo tenía uno... Luego de observarlo detenidamente, le  pregunté:
-¿Eres ciertamente un  homo sapiens?    
-Sí, supongo que eso soy.
-¿Es que no estás seguro?
-¿Cómo habría de estarlo? Así como me siento podría ser muchas cosas, incluso un humano…
-¿Y sabes, por ventura, para qué te dieron la vida?
-Claro, para satisfacer a mis creadores.
-¿Creadores? ¿A los 39, esas seudointeligencias andantes?
-Y juguetonas...
-Claro, olvidaba que también son juguetonas ¿Tiene eso mucha importancia?
-Ese es el motivo de mi creación, ayudarlos a divertirse.
-¿Y cómo lo harás, si puede saberse?
-Según ellos, desde tiempos inmemoriales circulan leyendas sobre que los hombres son creadores. Entonces, supusieron que un hombre idearía nuevos y entretenidos juegos…
-¿Te crearon para que les enseñes nuevos juegos? ¿Pero qué cortocircuito los afectó a esos pedazos de metal con ruedas? Así que te pidieron que les enseñaras nuevos juegos… ¿Y no te dijeron que tu especie no puede ser revivida hasta no tener la cura para la enfermedad que casi los aniquila?
-En ningún momento mencionaron tal cosa… señor, ni sé qué enfermedad es esa…
-¡No me llames señor y tampoco conozco la enfermedad! Soy solo una máquina más, que lamentablemente es la encargada de la seguridad de los últimos humanos… ¿Y qué juego les has enseñado?
-Hay un juego que todo hombre sabe o supo alguna vez jugar… es uno en el que se utiliza el triple láser... a ese juego lo llamábamos muerte. Eso les enseñé.
-¿Les enseñaste la muerte?
-Les enseñé a matar.

En ese momento no le dí la importancia que demandaba pero ahora que nuestra población esta siendo diezmada por los tiradores H39 cada vez más experientes, lamento no haberle pedido al último de los humanos que disfrutó de la conciencia cómo hacían ellos para terminar con este juego...

                                                         FIN






1 comentario:

  1. Buenos días,
    Soy Vanessa, soy francesa. Actualmente, con mi grupo de traducción, buscamos cuentos uruguayos de ciencia ficción para traducir al francés. Me gustaría tener su correo eléctrónico ya que me interesó mucho su cuento "El juego del hombre".
    Le dejo aquí mi correo : van2449@ymail.com
    Le agradezco su respuesta y atención,
    Un saludo cordial,

    Vanessa

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